Wednesday, September 08, 2004

Recetario doméstico, Curiosidades, Feria del libro

Ex libris
En la aldea que da nombre a este diario tengo el libro más útil que jamás han visto mis ojos: el "Recetario Doméstico. Enciclopedia de las familias de la ciudad y del campo" Se trata de un volumen de mil y pico páginas, en formato "de bolsillo", con unas letras doradas muy aparentes en los lomos y editado en 1915, más o menos. Si yo tuviera que levantar la civiliación de nuevo, ese sería mi manual de Suma Hacedora, porque todo lo que querráis él tiene la respuesta: desde cómo podar los tomates para que están más lozanos hasta remedios contra la alopecia. Lo más chusco del libro es que es como muy de 1915, muy de "con la receta que me trae el recetario doméstico me voy a la botica y le pido al Señor Andreu que me prepare este cataplasma" O más bien de "con el compuesto que trae el recetario me voy a mi pequeño laboratorio y yo mismo preparo el jarabe contra la polilla" Y luego, claro, es muy de 1915 porque, por ejemplo, en el apartado de "Dentición", y concretamente en el subapartado de "dolor", viene el siguiente remedio infalible:
"- Agua destilada
- Tintura de coca
Aplicar sobre la superficie dolorida. Remedio instantáneo."
Claro que mi favorito es el remedio contra la embriaguez: tras recomendarnos encarecidamente que la embriaguez debe evitarse siempre y en todo lugar, que el alcohol, (a no ser en fricciones) es malísimo y que unas gotitas bastan para defenestrar a un bebé de pocos meses (este Recetario, siempre dándonos soluciones prácticas) nos ofrenda el siguiente consejito:
"El mejor sistema contra la embriaguez es tomar un vaso de agua en el que se han diluído previamente unas gotas de amoníaco. Acaba con los efectos de la embriaguez al momento" Me encanta, el recetario doméstico.
Otro legajo: estoy tranquilamente en mi casita instalando en su estante mis recién recuperados "El libro de los hechos insólitos" (que merece una entrada para él solito, ese libro maravilloso cuya aparición el día antes de un examen me hizo estar al borde del fracaso -un vez más-) y "Drácula" (que ya todo el mundo conoce así que no voy a dedicarle ni una línea. Al menos hoy) justo entonces voy y descubro que ahí, antes mis miopes pupilas, está ¡el informe Hite! Llevaba ahí toda la vida y yo que nunca había reparado en ese libraco gris de diseño poco atractivo. Claro, cual mocita paleta que soy lo abro al azar inmediatamente y hete aquí que descubro este apasionante testimonico:
"Creo que sólo chuparía una picha si me pusiesen una pistola en la sien"
Mira t
. Y aquí, no puedo por menos que evocar aquella gran noche en la que la-hija-de-la-novia-del-padre-de-mi-compañerita-de-piso pronunció su glorioso: "Yo es que si no trago no soy mujer" Pues como se puede deducir de la lectura del Informe Hite, la sexualidad feminina es muy complicada. Como, por otra parte, casi todo en esta vida.
(a todo esto, me encanta la traducción: picha, qué sonoro vocablo)
Y bueno, me voy a comer (espinacas con bechamel... mmmm) y luego a seguir con la apasionante historia de la ascensión y caída del régimen de Mao-Tse-Tung.



Qué hermoso día, jesucristo, qué hermoso, hermoso día. El mundo es bello, la vida está llena de reconfortantes posibilidades y todo es susceptible de llenarte de felicidad. Y no, este estado de "con más gente a favor de gente en cada pueblo y nación habría menos gente difícil y más gente de corazón", como si fuese la protagonista de "Nación Prozac" no se debe a que me haya revolcado con ningún mendrugo, ni a que me haya heredado una inesperada fortuna, ni a que haya hecho nuevas amistades, ni a que hayan comenzado las vacaciones. Sólo es causa de que al salir de un examen, que ni siquiera fue excesivamente bien, las calles estaban llenas de viandantes y de chicas hermosas, y en las plazas alegres grupos de jóvenes fumaba porros vestidos genialmente, y pasé delante de un bello bar, que tiene como setenta años y se llama "Cafetería Paraíso" (con ese nombre), que es como súperbar de "La Colmena", con sus mesitas de mármol y un montón de prensa, y todas las botellas en la pared, sobre los aparadores con espejos, y tiene esos calendarios zaragozanos o como se llamen, éstos que son un taco gordo de hojas y cada hoja correspondiente a un día trae un consejillo/refrán/adivinanza/truco/frase de Oscar Wilde, y además, ¿quién necesita diseños de Philip Stark habiendo figuritas de San Pancracio?, oh, y además la cafetería Paraíso está delante de una sombrerería ¿qué mejor vista puede haber?, y eso, al pasar ante ella pensé que era uno de mis sitios favoritos y qué bello que exista un lugar así, con esos chocolates que ponen, y esos parroquianos jubilados con su dominó, así, en plena calle turística llena de alemanes y franceses; y acabo de ir a la playa por primera vez en lo que va de año, y llegué a las nueve de la noche y estaba todo estupendísimo y semivacío, y las gaviotas revoloteaban y cachorrillos se perseguían en la orilla, y luego el sol se puso, y yo me corrí toda, lalalá...
In Gold we trust
Lo prometido es deuda, así que hete aquí que ataco, en unos breves instantes libres, el maRavilloso (jojo) Libro de los Hechos Insólitos. Curiosidades y anécdotas de la historia oculta, de Gregorio Doval. Si quiere ser el rey de las reuniones sociales y que nadie le gane a la hora de contar los mejores chascarrillos, ésta es su obra. Lo prescindible, lo liviano, el dato chocante, la anécdota grotesca, el spring de springfield, en definitiva, de eso trata este libro. Vean algunos de sus apartados: biografías atormentadas; enigmas, misterios y quimeras; errores, gazapos y patinazos; casualidades y coincidencias; extravagancias y locuras; sucesos incríbles, muertes singulares... ¿a que tienen ganas de leerlo ya? Ra Está en la Aldea recomendaciones literarias siempre dando publicidad gratuíta a las editoriales. Y, sin más dilación, les copio algunos de los grandes momentos de esta imprescindible obra que no debe faltar en su biblioteca:
Al parecer, el pasatiempo favorito del filósofo holandés de origen judeo-portugués Baruch Spinoza (1623-1677) era cazar arañas y verlas luchar entre sí.
En 1969 el escritor Norman Mailes intentó ser nominado como candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York con una campaña basada en el slogan "¡Basta de mierda!" Pese a encender una viva polémica, no resultó elegido.
El físico holandés Christian Huygnes regaló al rey francés Luis XIV el considerado como primer péndulo de la historia. Al morir el monarca a las 7.45 de la mañana del 1 de septiembre de 1775, el péndulo dejó inexplicablemente de moverse.
El rey Humberto I de Italia ciewrto día de 1900 se asombró al obervar que el propietario del restaurante en el que cenaba tenía gran parecido físico con él. Impresionado por la coincidencia, lo mandó llamar y comprobó aún con mayor sorpressa que ambos habían nacido el mismo día del mismo año (14 de marzo de 1844), que el propietario estaba casado con una mujer que tenía el mismo nombre de pila que la reina (Margarita) y que había abierto su establecimiento el mismo día de su coronación (9 de enero de 1878) Simpatizando con él ante tantas coincidencias, el rey invitó al propietario del restaurante a asistir al día siguiente (29 de julio de 1900) a un gestival atlético que su majestad iba a presidir en Monza. En pleno acto deportivo, poco después de que el rey fuese informado de que el retraso de su invitado obedecía a que había sido asesinado a balazso aquella misma noche, el anarquista Gaetano Bresci disparó mortalmente sobre el monarca. ¡Flípalo en dolby! (esto último lo digo yo, no Gregorio Doval)
El rey Carol II de Rumanía (1893-1953) fue, al contar de las crónicas, un verdadero atrleta sexual. Se dice que debido al "anormalmente largo órgano sexual" de su majestad era necesario ampliar quirúrgicamente la capacidad vaginal de sus amantes, so riesgo de qu éstas, caso de no hacerlo así, mueriesen "como consecuencia de roturas del perineo"
Edward Mordake, hijo de una familia aristocrática inglesa, excelente estudiante y músico, tenía en la parte posterior de su cabeza otro rostro. Esta segunda cara, que no comía ni hablaba, podía sin embargo mover los ojos, reír y llorar. Tras insistir desesperadamente en que le extirparan ese otro rostro sin que ningún cirujano se atreviese aello, se suicidó a los veintitrés años de edad.
Las tribulaciones de Arabella
Ayer fuí con mi padre a la ciudad de al lado a inagurar la feria del libro; él iba con su traje encorbatado y seriote, y yo parecía una hippie trasnochada de éstas de nuevo cuño, que sólo me faltaba la camiseta de Manu Chao. Él iba de representación de nosequé, así que estaba con el alcalde y el presidente de la asociación de editores de mil historias y todos estos cargos, y al terminar el discurso se pusieron, en un acto como muy "preelectoral", a saludar a todos los libretos de las casetas, una por una (téngase en cuenta que se trataba de una feria del libro de provincias, y no les llevó más de una hora) Yo mientras tanto me mantenía en un segundo plano, detrás, ojeando entre las novedades editoriales de las casetas; había una especialmente genial llena de obras de poesía y de metafísica de las que yo jamás había oído hablar, que tenía un libro estupendísimo sobre la teoría del caos y el movimiento anarquista. ¿Pero qué compré? El último de Paul Auster ¿Por qué? Porque no tengo criterio propio. Antes había ido a una exposición sobre la llegada de los borbones a España que habían estado inagurando los reyes la semana pasada. Me ha dicho mi tía que cuando quiere es súperborde, el rey; que se puso a discutir sobre si los camarones eran camarones o quisquillas con un señor mayor y que le habló de un modo despreciativo, prepotente y nada diplomático. Así, muy "rey" Me encanta que alguien diga que el rey es algo más que "muy campechano" Y además ahora es gafe. Por lo del aborto, lo digo (jojo)
He terminado por fin Expiación, de Ian McEwan, un libro que compré exclusivamente por la portada (como todos), con una niñita hermosa con los pies desnudos, y que luego cuando estaba tomando un café con una amiguita en el casino, una tarde que decidimos hacernos las burguesonas y probar sus asientos de cuero, descubrí que estaba considerada "una de las mejores novelas del año" No está mal, diré. Que no me ha emocionado, pero bueno, tiene cosas interesantes. A partir de ahora diré cuando alguien me recomiende una novela, que "es que yo sólo leo ensayo" lo que provocará hilarantes resultados en mi auditorio.
Me han dado una receta para hacer foigras vegetal y en cuanto pueda experimento ¡Dios mío, Mapi, lo que me haces probar!
Adivina quién muere esta noche
(Y yo la admiraba, señorita Hepburn, perdone el mal chiste)
Con tanta chorrada me he olvidado de mi verdadero propósito al escribir la anterior entrada: quería poner que en la inauguración de la Feria del Libro había una banda de música, y que mientras el alcalde y los demás señores encorbatados iban saludadando a los libreros caseta por caseta, la banda de música tocaba "Torero"; la reconocí en seguida, pese a no tener ningún Chayanne entonando eso tan genial de "torero, poner el alma en el ruedo", y me hizo mucha gracia porque en una caseta una churri de chaqueta morada le preguntó a la librera "¿Qué están, de fiestas aquí?" "No – contestó la librera-, creo que es por esto" Y me resultó extrañamente gracioso eso de que la banda de música tocase "Torero" en la inauguración de la Feria del Libro, además del propio hecho de que hubiese banda. Y pensé "esto tengo que ponerlo en mi diario" Es que estoy medio obsesionada y a la menor cosa que ocurre que produce alguna reacción en mí, pienso "tengo que ponerlo en mi diario" Y me imagino los comentarios, y me pregunto si tendré alguno, y pienso en las reacciones de la gente al leerlo, y todo. Muy triste, esta vida on-line.

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