Friday, May 18, 2012

La crisis económica es el pánico nuclear de nuestra generación

Hace unos meses vi un reportaje sobre la vida de Stephen Hawking en el que hablaba de sus años mozos en Oxford y Cambridge y cómo había decidido casarse con su mujer al poco tiempo de conocerla: "Tenga en cuenta que vivíamos en los años 60. Realmente creíamos que el fin del mundo podía llegar en cualquier momento, y no queríamos perder el tiempo". Me estoy acordando mucho estos días de esa frase, de esa frase y del capítulo de Mad Men en el que la boda de la hija de Roger Sterling coincide con la crisis de los misiles de Cuba y falta muchísima gente a la boda porque todos han salido del trabajo el viernes pensando que tal vez ese sea el último fin de semana de su vida. 
Puede que la comparación esté un poco cogida por los pelos, sí, pero estos días que estamos viviendo con rescates de la unión europea, revoluciones en bancos, predicciones de Krugman que incluyen amenazas de corralito o incluso ¡horror! el regreso de la peseta con una terrible devaluación de consecuencias arruinantes  (todos los que leímos aquel artículo de El País en el que se hablaba de lo que ocurriría si saliésemos del euro no pudimos hablar de otra cosa durante los días siguientes) haga que todos, durante algún momento, pensemos que estamos cerca de pasar a vivir en algo parecido a Las uvas de la ira, y esto, para alguien crecido como yo en una época de cierto bienestar y optimismos en el futuro, en el que lo más cercano que recordábamos a una crisis era la del 93, con su pintoresca promoción del Pelotazo detrás, es bastante curioso, por llamarlo algo. Estoy deseando ver los fenómenos culturales que saldrán de este clima de crisis, deseando ver el equivalente a Godzilla del apocalipsis económico, ver si saldrá un Watchmen que, igual que el original recogía los azarosos temores del final de la Guerra Fría, le toma el pulso a estos días extraños en los que nos ronda por la cabeza que tal vez estemos más cerca de lo que pensamos de terminar viviendo en una película mezcla de neorrealismo italiano y Mad Max.
Ojalá dentro de unos años podamos reírnos de lo ingenuos que éramos pensando que íbamos a perder el euro, nuestros ahorros, nuestras pensiones y que terminaríamos practicando el trueque para poder comer. Yo desde luego no tengo pajolera idea de lo que va a pasar, si es es que va a pasar algo. Hay una maldición de los libros del Mundodisco que dice algo así como "Ojalá te toque vivir en tiempos interesantes".