Una novedad: las gafas en mi cara. Son marrones y muy años cincuenta. Pareces Lisa Loeb, me ha dicho Gabbo. Lo cual, además de descabellado, considero algo bastante positivo.

Un hecho inexplicable: ¿Con quién sale ahora Kirsten Dunst? Pues con Jake Gyllenhaal, ¡flípalo en dolby! Lo que faltaba: primero lo de Tobey y ahora esto. Si es que no sé qué le verán a esa petarda cuyas entrevistas hacen que una realizada a Melody parezca apasionante. Bueno, mal ejemplo: todo lo que dice Melody es apasionante, de hecho.
Una ausencia: a estas alturas y aunque yo no haya terminado de asimilarlo del todo, es innegable que el verano está en plena ebullición. Y todavía sin canción "oficial" del verano. Más aún, diría que resultaría difícil elegir algunas que tengan éxito, pero éxito de verdad ¿La chiqui-chiqui band de David Civera? ¿El bum bum bum bam bam bam de las Sex Bomb? ¿El papi papi papi chulo de Lorna? De las últimas canciones de los últimos veranos (sin de repente), el baile del gorila es El Himno, con ese "rumbera rumbera" que avanza hacia el sobreagudo y que al alcanzar el "¡¡¡vamos a bailaaaaaar!!!" lleva a nuestros tímpanos al límite del paroxismo.
Un homenaje: con el calor que hace, meter la ropa interior en la nevera aúna la utilidad con el guiño wylderiano.
Un clímax: mañana se termina Día a Día (sólo temporalmente, tranquilos, seguidores apasionados de María Teresa, esa Gran Comunicadora), y veremos la gran final del desfile de niños y niñas modelos y de niños y niñas "artistas", que vestidos como putas por su madre, salen imitando a sus ídolos: Beth, Paulina Rubio, Natalia... Qué emoción.
Una noticia atrasada: yo ya lo sabía desde hace tiempo, pero lo dejo aquí escrito por si alguien no se había enterado: conocéis a Chelo García Cortés, la comentarista de Ana Rosa (una clarísimamente bollera, que trabaja en Lecturas, creo) ¿Pues sabéis con quién estuvo casada? Con José Manuel Parada, tío. Sin comentarios.
Este fin de semana he estado fuera del país (pero sin salir de la península: hay premio de foto firmada para el primero en averiguar en qué país ha pasado Ra su fin de semana) y en una revista he leído una entrevista con Takeshi Kitano en la que no se qué era lo que decía que me ha recordado a algo que me dijo una amiga hace algún tiempo: que yo soy optimista y "disfruto de las cosas sencillas de la vida" (así, como en un anuncio de lactovit) porque siempre he tenido estabilidad y seguridad en mi existencia, económica y sentimental y de todo. No sé si es exactamente por eso, pero sí es verdad lo de la seguridad y la estabilidad. Mi infancia y juventud ha transcurrido sin trágicos episodios, lo cual le quita bastante interés a la hora de autobiografiarme, porque es como que si no hay sangre ni horror no hay tampoco nada atrayente, como que no eres "complejo y especial" A mí nunca me han echado de casa, nunca me han violado, mis padres están vivos, no he sido adicta a ninguna sustancia ilegal, nunca me he quedado embarazada, mi mejor amigo no se ha suicidado, mi familia no se ha arruinado, mi hermana pequeña no se ha quedado subnormal porque yo haya tardado mucho tiempo en rescatarla de la piscina del chalet de unos amigos de mis padres en la que se estaba ahogando, por poner ejemplos de casos reales de gente más o menos cercana. No me estoy quejando. Sólo jodería. Pero cierto es que esa ausencia de "movidas chungas, tío" hace que todo sea como muy de burgués acomodado, no como de Charles Bukowski, o de superviviente de campo de concentración, que tiene como mucha más fuerza. Mmmm... estoy diciendo bastantes chorradas; claro que lo que sí creo que me pasa (cuánto mi, yo, me, por dios) es que los grandes dramas que puedan haber sucedido los encajo maravillosamente bien y son cosas insignificantes las que me traumatizan. Agh, y esto me lleva al "episodio de la paloma", algo que sucedió hace menos de un año, cuando me encontré con un chico joven que tenía una paloma en las manos y jugueteaba con ella alrededor de una fuente. Había un perro pastor alemán que estaba al otro lado de la fuente, y cuando el chico se le acercaba con la paloma, que aleteaba inquieta, el perro huía al otro extremo de la fuente, asustado y encantado a la vez con el juego. Me quedé shocked mirando, el chico se dio cuenta y se me acercó, siempre con la paloma en las manos. Era de noche y ví que el susodicho joven era retrasado y debía vivir del noble arte de la mendicidad. Me dijo muy sonriente que la paloma tenía una pata rota, y si sabía adónde podía llevarla. Le dije que no tenía ni puta idea. Luego me dijo si tenía algo de dinero, me lo preguntó casi como pidiendo disculpas. Le dí los euros que tenía sueltos. El chico me dio las gracias y se marchó, aún sosteniendo la paloma. Y yo me pasé el resto de la noche llorando. No sé explicarlo, pero fue horrible.
Old fashioned vegetable
Lista de cosas que tenía en la cartera cuando me la robaron, allá por semana santa, y que luego recuperé porque supongo que al negro que me la robó maldita la falta que le hacían (Qué tono está tomando este diario, señores, qué tono)
- 14 vales del videoclub: por cada película alquilada te dan un vale, y con diez, un alquiler gratis. Es muy práctico, porque normalmente pillo películas de éstas que llevan 5 años en el videoclub, de "alquiler 2 días 1.20" o algo similar, y luego la del vale pues la gasto en alguna sabrosa novedad, tipo "A por todas" o "Los ángeles de Charlie"
- Una rifa para un sorteo en un bar
- Dos entradas de descuento para una fiesta en otro bar
- Una invitación para una copa de un bar de oviedo, en la que he escrito por detrás: Viernes 12 de abril de 2002
-Otra invitación para una fiesta un 4 de mayo de a saber qué año.
-Entrada para una fiesta de carnaval.
- Entrada para una fiesta de fin de año de 2001.
- Una entrada de una discoteca a la que hace medio lustro que no voy (cualquiera diría que tenía una vida social como la de Pat is psycho)
- Descuentos para el cine que me dio mi novio de cuándo yo tenía novio, y que no llegué a usar nunca.
- Una copia totalmente destrozada de mi tarjeta de la seguridad social.
- Una entrada para ir a ver "La novia de Frankenstein" del 13/12/00
- ¡Mi tarjeta de descuento Iris para los supermercados Champion!
- La lista de pegatinas de los exámenes de selectividad.
- Mi foto del carnet anterior, en la que parezco Farrah Fawcet y miro encantada hacia la derecha.
- El carnet de la biblioteca, que me lo saqué un día en el que necesitaba urgentemente no se qué obra de Galdós. Casi nunca leo libros de biblioteca. Me gusta tenerlos al lado de la tele y seguir manteniendo el contacto tras leídos
- El carnet de estudiante (o un sucedáneo escrito a lápiz, más bien)
- Una tarjeta de un-sitio-de-copiar-cd´s, dónde fuí a grabarme mi discografía completa de Carlos Gardel y en el que el dependiente (al que, por cierto, le faltaba una oreja) me dijo, tras contemplar los 24 cd´s con asco: "No son para tí, ¿verdad?" A lo que yo respondí, hinchando el pecho "Pues sí que lo son" Y el desorejado resopló y me dijo que si los quería con fotocopia de las carátulas incluídas.
- Una servilleta en la que he escrito (debería suplir ese tiempo compuesto por un sencillo "escribí", porque de eso hará ya un par de añitos) la siguiente lista:
- Courtney Cox
- Selma Blair
- Linda Fiorentino
- Ali Larter
- Rebecca Romijn-Stamos
- Carmen Electra
- Jenny McArthy
- Verónica Lake
- Alicia Witt
Qué tiempos, dioses del cielo, qué tiempos aquellos.
Ya recuerdo por qué tenía que actualizar esto ayer: se ha muerto Compay Segundo, como sabréis todos los que sigáis los telediarios porque en verano no hay noticias y es cuando los telediarios son más interesantes, plagados de sucesos morbosos que te preguntas qué interés tienen en la cabecera del telediario de las tres de la tarde (que conste que para mí tienen muchísimo más interés que el debate sobre el estado de la nación), como el caso de la doceañera que se lió con un marine treintañero a través de internet y está en paradero desconocido. Es que esto de internet es realmente algo peligroso, y combinado con unas dosis de gilipollez ya no te digo. Y no quiero decir que si Compay hubiese fallecido en enero nadie se hubiese enterado, pero los minutos dedicados a su memoria hubiesen sido considerablemente más escasos. A mí me encantaba Compay Segundo sobremanera: todo, su voz, su look, su sonrisa, las cosas que decía en las entrevistas, las canciones soneras de su repertorio, el puro, todo. Y las imágenes del velatorio me han fascinado: esa casa con las paredes desconchadas, blanqueadas con cal, todos los niñitos perplejos alrededor, la prensa, la familia, Omara Portuondo, que es es una señora estupenda que tiene ese nombre maravilloso, Omara, Omara, Omara. Y la corona de flores de Fidel, dando cumplimiento a la gloria nacional. Es que a mí, todo hay que decirlo, Fidel me cae bien. Y, lo que son las cosas, también Fraga me cae bien. No es exactamente que le ame, pero digamos que me resulta simpático, con ciertas briznas de "respeto". Horror y pavor, ¿no? Seguro que todo es por los geniales carteles de campaña, con fotos suyas del año 68, o retocadas ostensiblemente a golpe de Photoshop. Ser viejo no vende. Y estoy en contra de la ilegalización de batasuna, sí, y también estoy en contra de que se retiren las estatuas de Franco. Que qué estoy diciendo, o sea que según yo también deberían estar todavía en Alemania las estatuas de Hitler. Pues sí, deberían. Claro que soy consciente de que es un hecho parejo a la evolución de la historia, que cada cambio derriba y crea sus propios totems, que es inevitable como la caída de las ojas de cerezo sobre el estanque del mandarín. Caen las del zar, y caen las de Lenin, para que Angelopoulus pueda grabar bellas fotogramas con Harvey Keitel trotando por la vieja Europa. Y estoy a favor del aborto, y de la sanidad pública y del subsidio de desempleo, (odio decir estas cosas porque me recuerdo horrores a un chiquito que conozco que es cómo súperpredecible, porque es todo lo políticamente correcto que se puede ser dentro del rollo "mu rojo conciencia social súperecologista tolerante yupi yupi", que hablas con él de cine y todo es Passolini y cine italiano y francés de los cincuenta, y te dice que sí, que las mujeres equiparadas totalmente al hombre en todo y aborto y sueldo, y los negros y los chinos todos hermanos, y luego te dice que es marxista-leninista, y yo le digo que coño, que no puede ser un poco subersivo, que diga que es súper fan de Pol-pot, o algo así. Y él no me comprende y sonríe, y debe pensar que soy una cretina ignorante, cuando es él que tiene menos personalidad que una suscriptora de la Vale (que no lo soy yo por poco, a todo esto) y de la eutanasia, y esto lo digo para cuando se reavive el debate a raíz del estreno de lo que está grabando ahora súperamenabar el "orsoncito" (jojojo) sobre Ramón Sampedro. Que decía hace poco Gui que las cosas más chungas pasan siempre aquí, en Galicia, (bueno, no decía "chungas", que eso lo digo yo, poned "bizarras" o "curiosas" o "cosas que más molan") y todo parece indicar que sí, como el caso de aquella chiquita que mató a su amiga joven madre soltera para quedarse con su hijo, como si de una seguidora transtornada de Cristal se tratase. Que es estupendo, que pasen esas cosas, que son vida en puñetazos.
No comments:
Post a Comment