Monday, January 25, 2010

A la que nunca usó bragas las costuras le hacen llagas

La temporada televisiva ha estado al pil-pil. A tres días del final de Gran Hermano 11, le perdonamos a regañadientes que una edición tan buenísima tenga semejantes finalistas tan pan sin sal (aunque Pilarita otra cosa no, pero sal tiene para rato), y echamos la vista atrás para recordar los grandes momentos con los que nos ha obsequiado desde su inicio, momentos grandes y maravillosos precisamente por lo inesperado, no sólo por chorradas tipo “pareja que tiene que fingir que no lo es” o “desconocidos que tienen que fingir que son pareja”, sino por cosas que yo creo que escapaban del alcance de los responsables de cásting y de los guionistas. La emoción de lo inesperado en forma de vaso con hielos. Esta edición ha sabido mantener el interés casi hasta el final, así que, por lógica aplastante, la del año que viene será un rollo. Yo, para el resto de mi vida, recordaré siempre el diálogo en el que Arturo (personaje indescriptible que quería ganar la edición para montar un puesto de batidos ecológicos en San Sebastián ¡!) le hablaba a Hans de su pasado como militar en un cuerpo de élite seguramente chunguísimo y similar a los marines. Le decía: “Porque claro, yo estaba aburridísimo en mi casa y dije, pues hala, a viajar, y gracias a eso he vivido un montón de cosas increíbles. ¿Cuándo iba yo a poder dormir en un iglú? Pues gracias al ejército yo he montado mi propio iglú y he dormido dentro. ¿Cuándo iba yo a poder poner una bomba? Hombre, soy vasco, pero…” Ya sólo por este toque de humor descacharrante y finísimo, Arturo se ha ganado un puesto en mi corazón (además de por el poema que le escribió a Carol, claro, uno de cuyos versos era, no lo olvidemos, “como un adicto a la coca”).

La segunda edición de Granjero busca esposa (ahora imposible decir esas tres palabras sin entonarlas como la canción indie que se sacaron de la manga como sintonía del programa) ha tenido unas entregas bastante flojas y aburridas, pero nos ha dejado un primer y un último programa que son oro puro y de los que, sí, como del cerdo, no se desperdicia nada. Ese final de la pelea familiar de Natalia y su familia con las voces en off y la imagen del caserío de fondo pertenece ya a los anales del costumbrismo y el carpetovetonismo a un nivel digno de “Los santos inocentes”. Y una mención especial para la pelea a hostia limpia de los Vitis, gemelos cuarentones salidos directamente del infierno. ¿Qué es esto? ¿Qué es esa imagen? ¿Quiénes son esas personas que cantaban “Tenía tanto que darte” vestidos con camisetas de Levis? ¿Y ese odio soterrado con el que se miran? ¿Llevan dentro la simiente de la guerra civil? ¿Puede haber algo mejor que ese “Olvídate de mi cara” que le dice un gemelo a otro?

También recordaremos la segunda edición de Pekín Express (ese prodigio del montaje) por ser la de Alazne y Meritxell, por traernos el concepto “amigos rurales”, y por deleitarnos la vista con los Merinos, policías de Coslada ¡! armados Fran con sombrero vaquero y Merino con su cara de jabalí, hecho este último que puedo considerar una de las cosas que más admiro y más me gusta en un hombre: la cara de jabalí.

Curso del 63 fue un extrañísimo invento de Antena 3 que tuvo un éxito inesperado –para la misma cadena- debido a lo absurdo de la propuesta y a la total improvisación que parecía guiarles y que hizo rematar el engendro cuando más audiencia tenía. En la misma línea, la Sexta acaba de estrenar “Generación Ni-ni”, (y aquí voy a copiar prácticamente todo lo que opinan los contertulios de la maravillosa “Teletulia” del programa de Arús –lo siento por los lectores de fuera de Cataluña que se ven privados del talento, la inteligencia y la gracia (esto lo digo totalmente en serio) de Víctor Amela (del que me consta que, además de ser buen periodista, es buena persona, dos cosas que casi nunca van unidas) y de David Broc (con cuyo gusto cinéfilo discrepo totalmente pero con el que televisivamente no puedo estar más de acuerdo)-). Con tanto paréntesis y aparte he perdido el hilo, que empiezo a hablar de Arús y me emociono. Pues eso, que “Generación Ni-ni” es un Gran Hermano hecho con poligoneros que bordean la delincuencia pero con una coartada absurda de “mediación” que no se entiende y que la Sexta esgrime como para justificar que ellos no hacen realitys al uso sino programas de utilidad social. Con esto quedan totalmente descalificados para meterse tanto con Telecinco, telemierda, telebasura y esos ¿chistes? ridículos que tanto les gusta hacer en SLQH. Eso, que mucho mirar la paja en el ojo ajeno pero toda su moralina y discurso de dignos queda ahora a la altura del betún. Aunque tampoco hacía falta mucho para descalificar a “Sé lo que hicisteis”, un programa con chistes sin gracia, presentadora hija de puta (esto “lo sé de muy buena tinta”, estaba deseando decirlo), ignorante y cerril, colaboradores odiosos y, lo peor de lo peor, con ínfulas de humor inteligente.

Para limpiarme un poco los colmillos y no seguir hablando de ese horrible programa que me pone de mal humor, termino ya con una cosa maravillosa y absolutamete mirar al abismo y que el abismo te devuelva la mirada: el calendario de “Mujeres, hombres y viceversa”. Atención al desfile de ubres gigantes, pezones que parecen fichas de jugar a las damas o nuditos de globos y, lo que más me sorprende de todo, esas insinuantes rajas de culo masculinas que se muestran con los pantalones a medio bajar. ¿Esto es sexy? ¿Se supone que estos hombres son heterosexuales y que esto va dirigido a un público hetero? ¿No es esa portada de un joven tronista o pretendiente con el paraguas la cosa más gay que han visto en años?

Sunday, January 17, 2010

Dos certezas para la tarde de domingo

Dos certezas, dos:
- Volverse loca significa mucho más que volverse loco.
- Ser judío significa mucho más que ser negro, que ser católico, budista o sintoísta.

Wednesday, January 13, 2010

El signo de los tiempos

Acabo de llegar de pasar unos días en Roma para constatar (atención, protéjanse, se acerca una pedantería) que la plaza del Panteón y el mismo Panteón de Agripa conforman uno de mis lugares favoritos sobre la faz de la tierra (pedantería superada, pueden relajarse).
Echando un vistazo por la Feltrinelli (una cadena de librerías italianuca), me topo de bruces con esto:


No me refiero a la novela de vampiros que ha coescrito (ja) Guillermo del Toro, sino a ese libro de al lado llamado "Mujeres" con ESA PORTADA. Cuando al día siguiente del encuentro Zapatero-Sarkozy todos los periódicos dedicaron sus portada al doble culamen de Letizia y Carla Bruni, yo ya sabía que esa imagen iba a ser icónica, que dentro de veinte años se le dedicarían páginas para hablar de estos tiempos en los que ahora vivimos, que saldría en libros de Taschen (esa editorial cuyos libros colecciona la gente que no lee y sólo los contempla como objeto decorativo) sobre la primera década del siglo XXI y que estaría al mismo nivel, más o menos, que la foto de Marilyn con el vestido al vuelo en "La tentación vive arriba", pero más guay porque esta es una imagen "real" (aunque el concepto de "imagen real" sugiera cosas un poco Baudrillardianas). Pero no esperaba, la verdad, que ocupase la portada de un libro (una especie de manual de uso sobre cómo tratar a las mujeres modernas, una cosa utilísima y necesiarísima) tan rápido. Y me encanta, claro, esta super-contemporaneidad que se han marcado los de Mondadori. Seguro que el libro es una chorriflautez, pero la imagen de la portada es un signo de los tiempos.
Y lo que más me gustó, sin embargo, de la visita a la Feltrinelli, fue encontrar un ejemplar de Lucía Etxevarría ("Nosotras que no somos como las demás") en la sección de literatura femenina en plan novelas románticas tipo Johanna Lindsey, Marian Keyes, Sophie Kinsella y demás. Y situada al ladito mismo de "El diario de Bridget Jones", novela que Lucía ha declarado odiar numerosas veces. Ya he hablado yo también numerosas veces de mi odio por Lucía Etxevarría, siempre en dura competencia con el que siento por Carrie Bradshaw (con la salvedad que de Carrie es un personaje de ficción, aunque sospecho que muchas de sus admiradoras lo han olvidado), así que no voy a repetirme, pero sí quiero dejar claro que "El diario de Bridget Jones" me parece un libro mil veces más divertido, ingenioso y sincero que cualquiera de las novelas de Lucía (básicamente, y con muy ligeros matices: mujer joven, inteligente y con grandes tetas sufre en sus carnes las contradicciones de ser estar muy liberada, tomar drogas, follar mucho y aprender a vivir con su disfuncional familia y su disfuncional vida -porque ¿qué familia y qué vida no son disfuncionales?- y encontrar, finalmente, cómo aceptarse a sí misma y encontrar la estabilidad, mal que le pese a esta sociedad enferma).


Monday, January 04, 2010

Las autopistas me llevan a tu vaquero

Para inaugurar el año del diario no se me ocurre nada mejor ("nada que me apetezca más", que es una de esas frases que sea han puesto tanto de moda últimamente vaya-usted-a-saber-por-qué) que el excelso poema que le dedicó Arturo de GH a Carol tras su expulsión y que colgó en su blog de la web de Gran Hermano, cuyo visionado recomiendo encarecidamente sobre todo si el lector tiene una sensibilidad delicada y un espíritu amante de lo exquisito:

La casa está vacía sin ti

20-12-2009

Esperé en la sala a que volvieras,

Pero el público decidió que te fueras.

Suena la música y no quiero levantarme,

Al no ver tu adormecida cara, tus ojos pequeños,

Preferiría volver a acostarme,

Y así imajinarte en mis sueños.

Tus tiernos lábios, tu dulce boca,

Esos que me moría por besar,

Cómo un adicto a la coca,

En ello no puedo dejar de pensar.

Tu sexy cuerpo que tánto he deseado,

Besarlo y con mis lábios recorrerlo,

Me jode el no tenerlo,

Ni siquiera para mirarlo.

Hice lo que pude para agradarte,

Y creo qu elo conseguí,

Pero lo que quería era conquistarte,

Y ya sólo me queda olvidarme de ti.

Me gusta hasta extremos inconcebibles. Arte.