Wednesday, January 21, 2009

Cambiemos de tema, ¿a ti cómo se te da la cocina?

En este enero que está transcurriendo ya me ha dado tiempo a incumplir varios de mis propósitos de año nuevo, pero también a cumplir otros que lucen bastante: he encontrado piso (aunque todavía no me he mudado, eso será la última semana de mes, que auguro llena de dolor de espalda y rechinar de dientes), he afianzado mis actividades diurnas, he empezado a ver Deadwood, me he comprado unas mallas nuevas (y he tirado las viejas, que tenían dos agujeros a ambos lados del muslamen de lo más práctico) y mañana voy al teatro a ver Sonata de Otoño. Bien. En lo mal: he vomitado, me he quedado dormida en bares, he criticado con lengua viperina y afilada, apenas he actualizado esta humilde diario y no he comido las frutas y verduras suficientes. Emoticón carita triste. También sigo viendo mucha televisión, pero tengo que matizar una cosa: el propósito no es no ver mucha televisión, sino más bien no ver televisión sin ton ni son (cuánta asonante). O sea que sí que vale ver tele cuando se está disfrutando plenamente de ella, como con “Ven a cenar conmigo” o con “Granjero busca esposa”. Aquí quería llegar. Qué grande y maravilloso es “Granjero busca esposa”. Qué prodigio de casting, qué realismo bigger than life, cuántas frases para la memoria colectiva, cuántos momentos carne de youtube o frase de perfil de facebook (el equivalente actual a la celebridad). Creemos que casi, casi, puede llegar a ser tan grande como “Confianza ciega”, hoy por hoy en lo alto del top ten de programas de este tipo desde que se abrió la veda con el primer Gran Hermano, diez años ha. No sé cómo han tardado tanto en comprar el formato original guiri, con lo que da de sí el rural en este país y el arte del ligoteo en general. “Granjero busca esposa” es arte puro.

Thursday, January 08, 2009

Novedades editoriales de enero

Cágate lorito:
Historia de España, de César Vidal y Federico Jiménez Losantos. Los autores nos explican la auténtica Historia de España, sin tergiversaciones nacionalistas ni distorsiones políticas.