Tuesday, December 31, 2013

2013, así has sido


El mundo del corazone ha tenido un año al pil pil con el juicio de la Pantoja (y su desmayo enseñando las bragas mientras le tiraban de la coleta a la salida de los juzgados), el embarazo de Chabelita, José Fernando en plena debacle hasta terminar encarcelado, Ortega Cano condenado doblemente y operado de urgencia, Belén Estaban reconociendo que es cocainómana... pero tenemos que rendirnos ante el talento de Rosa Benito y su ¿ex? marido Amador Mohedano, una pareja carente totalmente de interés que vivía separada de facto desde hace años y que han conseguido sin tener prácticamente nada real que vender dar horas y horas de estúpido entretenimiento televisivo, con miles de detalles vergonzantes y unas secundarias de lujo (Kelly Mor aka Kelly Lamour, el nombre que tendría yo si fuese travesti; Marisa aka Loly Álvarez) que han alimentado una trama que apasiona pero en realidad a todos da igual, con dramáticos giros de guión, un pastor alemán como única compañía del solitario repudiado, intentos de suicidio y fundido en directo de anillos de boda. Si Rocío viviera, nada de esto habría pasado. Y lo que nos habríamos perdido.



(No entiendo bien esta cosa de la lista de las mejores películas de 2013 en la que se incluyen cosas como The Master o Amour que son oficialmente de 2012, así que intentaré ser purista).
- La película con la que más he llorado: La vida de Adele. Desde los primeros 20 minutos y con cosas como una manifestación estudiantil o un un plano de la protagonista mirando por la ventana. Qué gusto de moquera, qué intensidad, qué plenitud, qué sufrimiento, espaguetis con tomate, ostras con champán.
- La peor película que he visto: The counselor. Una hez tan grande que casi casi merece la pena verla para creérsela.
- La mayor decepción: No, no fue Los amantes pasajeros. Fue El gran Gatsby, pero la verdad es que tampoco esperaba mucho.
- La sorpresa más agradable: The perks of being a wallflower (al final resulta que ésta también es de 2012, con lo cual aprovecho para meter también Dando la nota, que me mesmerizó durante los primeros meses del año pese a su insípida protagonista y cuya escena de la rueda de canciones, si la hubiese visto con 12 años, me habría obsesionado seriamente para los restos).



Sweet, tasty, delicious, cerrar los ojos y ver colorinchis. Como sabiamente dijo hace unos meses una amiga, "2013, el año que pasamos jugando al Candy Crush".


Has sido, querido y odiado por igual 2013, un año lleno de acontecimientos directamente televisivos o que hemos seguido por televisión apasionadamente: la dimisión de un Papa, el cónclave y la elección del papa Francisco Superstar, la entronización de Guillermo y Máxima de Holanda, la elección de la sede de los juegos olímpicos (finalmente para Tokio) que nos solucionó la tarde y deberían editarla en dvd... pero me quedo con esta actuación de Miley Cyrus en los VMAs que paralizó al mundo como sólo la sexualidad, la confusión, el género y la política juntas son capaces de hacer. Tuvimos la oportunidad de ver a un montón de presentadores españoles pronunciando "twerking" y diciendo "la niña Disney se ha hecho mayor", se desató una polémica de padre y señor mío, hubo cartas abiertas de Sinead O'Connor y, sobre todo, conceptos como feminismo, empoderamiento, falso empoderamiento, explotación de la imagen femenina y explotación de los ídolos pop estuvieron en boca de todo el mundo. En un año en el que Femen desembarca en España, la ley del aborto está al pil pil y la imagen de rodea el congreso fue Jill Love en tetas orando por la paz, es muy bueno que cosas como estas generen debates interesantísimos y no sólo chistes en twitter para ser recopilados por el Huffington Post.


La imagen que mejor resume la parte política del año: miedo, sinvergonzonería, falta de cultura democrática, de educación, de sentido común, de vergüenza y de todo y a la vez videoarte involuntario merecedor de todos esos adjetivos tan bien sonantes de "kafkiano", "orwelliano" y demás. No olvidemos que tenemos que terminar este año y empezar el nuevo bien jodidos y cabreados. Y que este cabreo se manifieste de una forma que vaya más allá de nuestra timeline y de los 130 caracteres de twitter.


Pongo Ja'mie: Private School Girl como la mejor serie del año porque es la única serie nueva que he visto en este año en el que apenas he visto series y porque las que sí sigo (Girls, Mad Men, Juego de tronos) ya aparecen sobradamente recomendadas en otras listas. Ja'mie deja Chicas malas a la altura del betún y define a la perfección el concepto "betche" (www.betcheslovethis.com), es divertidísima, hay zorrones de instituto, tiene mucha mala hostia, es inteligente y clarividente, sólo son seis capítulos de media hora y en fin, lo único que la aleja del éxito masivo es que su protagonista, una adolescente de colegio privado, está interpretada por un hombre talludito y de muy viriles rasgos. Doble punto.

Sunday, December 29, 2013

Grrr

Me da mucha rabia el uso de:
- La palabra canalla más allá de la portada del disco de María Jiménez "Calla, canalla": su acepción en positivo como adjetivo sinónimo de guay, rebelde y molón. Especial odio por conceptos como "música canalla", "noche canalla" o "rollito canalla".
- El uso de "rocanrrol" aplicado a la cocina. "A este plato lo que le falta es un poco de rocanrrol". Me llevan los demonios.
Y ya está, esa es la noticia.

Sunday, December 15, 2013

Cosas que se dicen en el Cowboys de medianoche del 14 de diciembre de 2013

- Hoy se estrena la película que va a arrasar en los Oscar, doce semanas de...
- Doce años de esclavitud. ¿En qué época está ambientada?
- Es un caso real de ahora, en la actualidad, vamos, en el siglo XX. Hay una persona de color, vamos, negro, libre, que es secuestrado y convertido en esclavo.
- ¿Pero secuestrado con ánimo de pedir rescate?
- No, no, secuestrado con ánimo de convertirle en esclavo.
- ¿Pero qué mercados de esclavos puede haber en la actualidad?

Hablando de Philomena, una película protagonizada por Judi Dench: 
- ¿Cómo se llama la actriz que hace de MONNYPENNY en las últimas de Bond?

Hablando sobre la segregación racial:
- Y estaba Rosa Parks, la negra que montó en el autobús. 

Friday, November 29, 2013

Casos "mujer de Madoff" en la vida real y en ficción

- La Pantoja: condenada -aunque sin cárcel- ella dice que por amor a uno de los epítomes más perfectos de la cultura del pelotazo, el cutrerío, la españolidad, la burbuja inmobiliaria y la corrupción precrisis. Este ha sido uno de los episodios más gozosos y sonrojantes de uno de los personajes más gozosos y sonrojantes de la historia de España.
- Maite Zaldívar: lo mismo que la Pantoja pero agravado además por el hecho de que fue ella con sus declaraciones sobre el dinero que llegaba en bolsas de basura la que inició involuntariamente la investigación del caso Malaya (sumado también a un programa de Salsa Rosa (o Dolce vita) en el que salían Jesús Gil y Julián Muñoz insultándose en directo y reprochándose uno al otro sus corruptelas y chanchullos. Su chifladura por salir en televisión acabó provocando su desgracia. Algún día se proyectarán esas imágenes en un museo).
- La infanta Cristina: se comenta por sí mismo. "Firma, firma que yo te aviso" si creemos la versión que dan ellos.
- Cate Blanchett en "Blue Jasmine": ejemplo purísimo del cine posterior a la crisis mundial, sería apasionante ver la reacción de la mujer de Madoff al ver esta película. 
- Caroline Channing en "2 Broke Girls": trasunto de una hija de Madoff, se arruina, es rechazada por su entorno social y acaba de camarera en el muy hipster (y caro) Williamsburg intentado sacar adelante un negocio de cupcakes (¿eso sigue teniendo futuro? Fue muy 2009-2010 reaccionar al derrumbe de todo el sistema económico y a la pérdida del trabajo montando una tienda de algo artesanal, cuqui, con banderolas y preferentemente relacionado con la comida. De todos estos negocios, los cupcakes fueron el emblema, hasta contar ahora con varios programas de televisión de esos que emiten en Divinity. Debe de tener algo que ver con el sentimiento de alienación que provoca el dinero -sobre todo perder el dinero- y con esa idea de hacer algo físico y hermoso que será enteramente tuyo y que ni Internet y la crisis no podrán arrebatarte. Otra cosa es que luego esos negocios triunfen; véase Bridesmaids).
- La familia de Marissa Cooper en "The OC": a la pobre Marissa le pasaba de todo. Una de sus peripecias fue que su padre fue detenido por fraude, y de ahí el subsiguiente enfrentamiento con su clase social, rabia hacia su padre, odio hacia la madre inocente o cómplice necesaria... todo sazonado con un ramillete de mohínes y sollozos de Misha Barton.
- La familia de Nate Archibald en "Gossip Girl": el pobre Nate descubría que su padre era un mangante, consumía cocaína en las escaleras de los rincones más selectos del Upper East Side, se quedaba sin casa, se peleaba con su familia y terminaba viviendo en un piso vacío antes de ser adoptado por la familia Humphrey, viviendo en ¡horror! Brooklyn y posteriormente enamorando a la pequeña de los Humphrey y a la amiga bohemia y concienciada.

Saturday, November 23, 2013

15 cosas de las que están llenas las novelas de Jane Austen

- De parientes incómodos que ponen a los protagonistas en evidencia.
- De caballeros que parecen caballeros pero luego no son tan caballeros.
- De cartas y notitas que denotan la grafomanía herencia del siglo XVIII.
- De vestidos corte Imperio.
- De mujeres cándidas, silenciosas y abnegadas que aguantan como Cenicientas todo el mal que hay a su alrededor y que, a diferencia de lo que ocurre en la vida real, reciben una buena compensación por ello.
- De paseos por el campo, picnics y tés al aire libre. En algún sitio leí una cosa interesantísima sobre el cambio de la Inglaterra de Jane Austen (luminosa, alegre) a la Inglaterra de las hermanas Bronte (tempestuosa, de interiores); achacaban el cambio a una microglaciación que se produjo en el siglo XIX y que hizo que el tiempo británico pasase a ser esa cosa victoriana lluviosa, húmeda y triste que reina en el imaginario colectivo.
- De gente ociosa que puede perder el tiempo en hacerse los rizos con tenacillas.
- De personajes cuya fortuna es precaria pero que a la vez están completamente incapacitados, socialmente y por ellos mismos, para ganarse la vida de ninguna forma posible.
- De fascinación por los uniformes.
- De alusiones a las colonias, a las Indias Orientales y a las Occidentales, como una cosa velada y lejana pero que puede sustentar la fortuna de familias.
- De guerras napoleónicas.
- De accidentes meteorológicos de inesperadas consecuencias.
- De alusiones a otras obras literarias.
- De viajes e idas y venidas: a Londres, a Bath, al mar...
- De bailes en los que la sociedad se celebra y reafirma. Es una gran desgracia y descortesía no saber/querer bailar.

Saturday, November 09, 2013

Hip, hip, hipnosis

Y ahora otro guiño voluntario o involuntario en películas de Woody Allen: Mia Farrow como la psiquiatra de los años 20 que utiliza la hipnosis para tratar a Zelig y siete años después como el aburrida ama de casa que es tratada de su tedio con hipnosis por un sabio de Chinatown.



Bonito, ¿verdad?

Thursday, November 07, 2013

En un espejo

La maratón Woody Allen en la que se ha convertido últimamente mi vida me ha hecho caer en la cuenta de esta imagen repetida, autohomenaje y guiño que se hizo el director cuando decidió remakear Match Point dos años después en forma de Cassandra's dream.



¿Ven? No sé si esta coincidencia es sobradamente conocida, pero a mí me ha encantado descubrirla. Desde luego demuestra que aunque juntes dos historias muy parecidas, un escenario similar y actores con idéntico volcánico atractivo sexual, hay una alquimia imposible de imitar e imposible de conseguir a propósito. Ay, hay muchas cosas en el mundo que son invisibles.

Friday, October 11, 2013

Lo verdaderamente interesante de Gravity

Mucho se está hablando de "Gravity" como la octava maravilla del mundo, un prodigio de la técnica que lleva al cine a cotas nunca antes alcanzadas e incluso -¡incluso!- como de la película más revolucionaria de la historia del cine desde "El cantor de jazz", con Al Johnson pintado de negro zumbón. Mucho hype, como se ve, que parece que se niega a desinflarse excepto aquí en mi hogar, donde acudimos a verla la semana pasada y, ay, no es lo que yo esperaba, se veía venir.
Copio y pego directamente mi opinión escrita media hora después de verla, citándome a mí misma en un insoportable egocentrismo que merece ser castigado por los dioses: ""Gravity" no es la obra maestra incontestable que muchos pregonan y yo deseaba (como sí lo era "Hijos de los hombres", por ejemplo). Esperaba una reflexión sobre la existencia y alma humanas y he encontrado una muy bonita y entretenida película en la que Sandra Bullock es golpeada por toda la basura espacial del Universo. Me he acordado mucho de la perrita Laika y de Ray Bradbury viéndola."



Amplío: "Hijos de los hombres" era una proeza técnica de planos secuencia grabados por un ángel o un demonio (Alfonso Cuarón, we love you), pero además contaba una historia que invitaba a la reflexión, a la implicación y tenía cosas realmente emocionantes y mágicas como esa, una de las mejores cosas que me han pasado nunca en el cine, en la que la recién parida no puede ocultar el llanto de su bebé y de repente en ese edificio horrible sacado directamente de Sarajevo en 1993 todo el mundo enmudece ante el llanto y la visión del bebé y logran huir porque la guerra se paraliza ante la vida y el milagro que se abre camino. Me emociono recordándolo aún años después y tras haberla visto mil veces. No creo que me pase eso nunca jamás con "Gravity", y eso que mientras la estaba viendo pensaba ¿me está gustando o no? porque estaba muy implicada y emocionada pero bueno, una también se implica y emociona con "Pánico en el túnel" y no se la pone en un altar. Total, que tras haber leído muchas críticas y ver que en ninguna se menciona lo Verdaderamente Interesante y Revolucionario de "Gravity" (aparte de obviamente el prodigio técnico y blablablá), me apresuro a enunciar mi teoría (que no es mía en realidad, sino de mis compañeros de sala de cine): lo VIyRdG es que es una película hecha como un videojuego. Entiéndase que hay mil películas de videojuegos, pero esto es más allá, es una película que copia los tics de los videojuegos actuales: uso de la cámara subjetiva que te pone en situación del personaje que tiene que ir agarrándose a cosas y tocando botones, y una estructura de la propia película basada en misiones como las de un videojuego: ahora llegar a tal sitio, ahora apagar este fuego, ahora acoplar la Soyuz... En ocasiones era como presenciar una partida que está jugando otro al Uncharted II o al The last of us. No es una película basada en UN videojuego, es una película basada en los videojuegos, y que estemos asistiendo ya a la inversión de la sinergia entre las dos más poderosas industrias del entretenimiento (quizás solo superadas por el porno) nos dice que en realidad quizás "Gravity" sí sea tan revolucionaria como dicen, pero por otros motivos. 

Wednesday, September 25, 2013

Paraíso perdido en las redes sociales

No pretendo coger a nadie por sorpresa diciendo que "Paradise Lost" es uno de los documentales (tres, en realidad, que esta historia es demasiado grande y necesita siete horas para ser contada) más apasionantes y absorbentes de los últimos tiempos. Es capaz de retratar al género humano con un verismo tal que llega a hacerse insoportable y a la vez tiene unos giros de guión y unos personajes tales que nos dicen que son ficción y los desechamos por inverosímiles. Yo llegué a la historia sabiendo lo justo (que es una serie de documentales sobre unos asesinatos de niños que ocurrieron en el 93 en el corazón de la América profunda) y eso aumentó la tensión y el disfrute hasta límites insospechados, así que si no saben más, corran inmediatamente a, por ejemplo, aquí, y dispónganse a asistir a un festival de horror, white trash y golpes de melena.
(Breve interludio en blanco para no desvelar demasiado)













(Fin del breve interludio en blanco para no desvelar demasiado)
Bien, hace unas semanas caí en el remolino de esta noficción y durante una semana no pude pensar nada más que en el cambiante look de Damien, en el colmillo retorcido y el mullet de la ficha policial de Jason y en la voz de bajo de Mark Byers. Lo bueno de la contemporaneidad es que las historias no tienen por qué terminar tras las siete horas de documentales encadenados; puedes rastrear a los protagonistas (a Misskelly no, pero no nos flipa tanto, la verdad) y enterarte de cómo son sus vidas hoy, de su aspecto y de qué tal les va. Una vez más, ¡gracias Internet! Eso sí, los crímenes siguen sin resolver. Para la mayor de las incógnitas, terriblemente, no hay respuesta.
Gracias a su twitter descubrimos que Damien Echols vive con su esposa en Salem ¡! (¿cómo es de grande este dato?), tiene una especie de tienda esotérica en la que vende runas y piedras de cuarzo y se ha convertido en una especie de Paulo Coelho fan de Metallica.
Aquí le tienen en un día de invierno normal en su pueblo:

Damien (que no lo olvidemos, dijo haber cambiado su nombre no por La profecía sino por Molokai, la película de la leprosería y el padre Damián) siempre fue el más carismático de los condenados y hoy es una especie de estrella que se codea con famosos de lo más estrambótico; véase la siguiente foto en la que comparte plano con ¡Sky Ferreira! y ¡Genesis P-Orridge!



A Jason Baldwin le vemos feliz y exultante en su facebook, aprovechando el tiempo que le queda para viajar, hacer deporte y posar siempre con una sonrisa. Parece ser que vive en Seattle, en las antípodas del mundo de parques de caravanas y mullets en el que fue detenido.



Humor aparte -¿qué sería de nosotros sin el humor?-, da una infinita tristeza ver estas fotos y pensar en cómo la vida de estos adolescentes se truncó y en cómo han acabado convertidos en una especie de estrellas del pop y representantes de un sistema judicial y social chiflado. Pero vean, vean la foto que Jason utilizó como imagen de portada de su facebook. Es mucho de reír y es mucho de llorar.



Tuesday, September 17, 2013

Ucronía en el desayuno

Viendo la fascinante "¿Dónde vas, triste de ti?" (protagonizada por un Vicente Parra con patillones amor de mi infancia) me pongo a hacer un ejercicio de ucronía. ¿Qué habría pasado si Alfonso XII hubiese muerto de su tisis antes de darle tiempo a preñar a su esposa María Cristina del futuro Alfonso XIII? Habría heredado la princesa de Asturias, María de las Mercedes, que murió de parto con 24 años; entonces la reina habría sido su hermana pequeña María Teresa, que murió también de parto en 1912. Tendríamos pues una situación de inestabilidad política que no sé si el caciquismo perfectamente organizado de la época habría podido resolver, y es bastante posible que se hubiese declarado la República, o más posible todavía que con este tema de la ley sálica hubiese habido un recrudecimiento de las guerras carlistas que hubiese descompuesto todo el principio del siglo XX. Quizás una guerra civil anterior. Quizás un rey de otra dinastía. Quizás una República exitosa. A veces la historia depende de un polvo mal echado en un cuarto del Palacio de Oriente.

Wednesday, September 11, 2013

Moños, tintes y papadas

Con más o menos un año de retraso me he puesto a ver "The Girl", la película del HBO sobre la pajarística, moñística y frigidística relación entre Tippi Hedren y Alfred Hitchcock. Aquí entraríamos en un aburrido bucle de comentar la caracterización de los personajes, la frivolidad de la historia y la papada de pega, pero háganse a la idea de que viene a ser todo lo que se dijo de "Hitchcock" pero aplicado a Toby Jones en vez de a Anthony Hopkins. El interés de "The Girl" es precisamente compararla con "Hitchcock", y mujeres y hombres y viceversa. Son dos historias muy similares ambientadas en el rodaje de películas consecutivas pero que, precisamente por estar contadas la de Anthony Hopkins desde la perspectiva del director y la tv movie de la HBO desde la de la actriz, la versión del personaje y persona Alfred Hitchcock es completamente diferente. 


Insértese aquí su chiste sobre la cara de Sienna Miller al descubrir la caracterización de Toby Jones en "The Girl".


Axioma: Por muy mala que sea una película, siempre la disfrutaremos si trata sobre un rodaje.

En "Hitchcock" (qué lío de repetir nombres y títulos) el director es un ancianito casi entrañable, del que se menciona en algún momento que puede ser un poco obsesivo y pesadito pero con el que Janet Leigh (interpretada por una Scarlett Johansson con el pelo menos favorecedor de su carrera) queda encantada de trabajar. Hay una leve crisis en su matrimonio con su santa esposa Alma Reville pero al final se reencuentran para montar Psicosis y convertirla en una obra maestra. En "The Girl" el director es un obseso y frustrado viejo verde que manipula a Tippi Hedren (Sienna Miller, buff) para intentar seducirla, follársela y finalmente destruirla. Todo basado, claro está, en las declaraciones de la actriz, que le debe al director haber levantado su carrera cinematográfica desde la nada, haberla convertido en un mito y haberla destruido con la misma facilidad y en el plazo de tres años. O sea, una película es una historia de acoso sexual casi en la línea dura de la historia de Nevenka y la otra una fábula sobre una pareja que se reencuentra en el ocaso de su vida gracias a su amor por el trabajo. ¿Qué historia nos creemos más? Da un poco igual (la del asqueroso acosador, por supuesto), lo que importa es cuán distintas pueden ser las versiones de un personaje según la parte de su vida que se decida contar y sobre todo cuál será la versión que se dará en "Grace de Mónaco", el enésimo biopic chiflado de esta temporada en el que Nicole Kidman interpretará a la princesa Gracia y Roger Ashton-Griffiths al orondo genio y saber, oh, sobre todo, saber si incluirá el episodio mencionado por Kenneth Anger en Hollywood Babilonia en el que Grace se desnudaba delante de una ventana para que Alfred pudiera, desde el edificio de enfrente, observarla y pajearse a gusto. Suena demasiado retorcido y demasiado basado en La ventana indiscreta como para ser verdad, pero quién en su sano juicio dejaría que eso tan volátil y ridículo que es la verdad le estropease una buena película.

Friday, August 23, 2013

Yo siempre fui de Matt

El mundo acaba de convulsionar al conocer la noticia de que Ben Affleck será el nuevo Batman en ese futuro Hollywood que va a componerse exclusivamente de películas de superhéroes, reboots de películas de superhéroes y reboots de Transformers. 
El sabio, idolatrado y nunca suficientemente ponderado Noel Ceballos ya ha sentado cátedra sobre el asunto aquí, y no podemos menos que carcajear ante esas declaraciones que recoge que hablan de Ben como un buen actor. No, no, a todos nos cae Ben Affleck y pensamos, como dijo Garci en su día, "que es un tío guapo, es alto, ha ligado mucho, tiene un Oscar (ahora ya son dos), dirige bien y tiene una mujer estupenda", pero buen actor para nada, como mucho actor solvente y aún así no lo sellaríamos con la mano firme. En esta casa siempre hemos sido team Matty, sabiendo por supuesto que en este juego no hay equipos porque ambos son amiguísimos -o al menos lo fueron un día- y se alegran por los triunfos del otro. Podemos imaginar a Matt Damon observando preocupado la deriva de su amigo durante los años jeylou, ayudándole en sus problemas con el alcohol (esos que le recriminaba Gwyneth Paltrow), animándole con su debut en la dirección que tristemente coincidió con la desaparición de Madeleine McCann, aplaudiendo entusiasmado tanto esa película como la del robo al banco e incluso indignándose cuando no nominaron a Ben a mejor director pero dándole una palmada en la espalda cuando "Argo" consiguió el Oscar a mejor película. Queremos a Ben y queremos que le vaya bien en la vida, sí, pero más queremos a Matt. Por lo siguiente:
- Cuando fuimos a ver "El indomable Will Hunting" en aquellos años locos de adolescencia que forjaron nuestro acercamiento al cine la mitad de mis amigas se enamoraron de Ben pero yo caí rendidamente en los brazos de Matt, que era el listo, el de los labios preciosos, el que resolvía fórmulas matemáticas en la pizarra de la Universidad, el que tenía -pobrecito, aún tiemblo al recordarlo- marcas de cigarrillos en el cuerpo y el que tenía pelazo. Cortado a lo tazo y con un flequillo horrible, sí, pero pelazo. 
- Aquí no nos gusta mucho Bourne pero reconocemos sus méritos. Creemos que a James Bond no le hacían falta puestas al día (más allá de las que se pueden hacer con el propio personaje) y la primera película nos dio bastante dolor de cabeza, pero bien por él. Bien por convertirse en un héroe de acción improbable y levantar una trilogía.
- Una de las debilidades forjadas también durante esos años 90 cinematográficos es "El talento de Mr. Ripley". Al lado de la belleza deslumbrante y genial vestida de Jude Law y Gwinnie el blancucho Matt no se arredaba. Las gafas le quedaban de maravilla y es imposible no sentir un poco de compasión por él y no entenderle.
- No es el más guapo (aquí pensamos que sí, pero sabemos que es una opinión subjetiva porque de hecho está envejeciendo fatálitis) y tiene tendencia al bollopreñadismo, pero ha construido una carrera sólida sin apenas baches demostrando que vale lo mismo para un roto que para un descosido. No hemos visto "Behind the Candelabra" pero aplaudimos su pelucón y sus camisas con chorreras; nadie se acuerda de él en Infiltrados (nadie recuerda Infiltrados, en realidad) pero estaba estupendo vestido de policía; "Pegado a ti" es una de esas chorradas que odiamos y amamos por igual y hasta protagonizó "Un lugar para soñar", una película que confundíamos con la versión del videojuego Zookeeper hasta que se hizo una versión cinematográfica real, por delirante que parezca, llamada en España, sí, "Zooloco".
- Forma parte de la realeza de Hollywood y de ese remedo del rat pack -que no del brat pack- que es la pandilla de George Clooney (nos dan un poco de rabia pero estamos muy a favor de su existencia y de todo lo que sean etiquetas generacionales).

Sunday, July 21, 2013

Feminismo de toalla en la playa, de tele y de crema depilatoria

Nos congratula enormemente que un libro sobre feminismo haya sido un best seller en la Pérfida Albión, más que nada porque, aunque sea un feminismo muy divulgativo de barra de bar, de toalla en la playa, de hamaca en el jardín, sigue siendo un libro escrito por una mujer que se define como "feminista airada" y sigue hablando de aborto, de libertad sexual y de falta de modelos femeninos válidos en el mundo de hoy. Y porque, coño (nunca mejor dicho coño que en este contexto), aquí los superventas de no ficción son los libros de Albert Espinosa y cosas aún peores (si cosas peores que esas fuesen posibles). 
Con todo, "Cómo ser mujer", de la bella, canosa y mediática Caitlin Moran, no es la octava maravilla del mundo ni nos dice nada que no supiésemos ya, pero siempre resulta entretenido leer uno de esos libros de periodismo-confesión que tanto se llevan últimamente en los que a veces no sabes si estás leyendo un ensayo o un diario personal, y nos gusta reafirmar lo que ya creemos y sabemos. Y nos gusta leer sobre la primera regla y sobre si Lady Gaga sí o lady Gaga no o sobre si streaptease sí o streaptease no. Entre lo más novedoso e interesante del libro encontramos una reflexión de la Moran que explicamos aquí: ella defiende, y estamos de acuerdo, que la pornografía es la subcultura que más se ha imbricado en el mainstream y en la cultura generalista en los últimos años. ¿En qué se manifiesta esto? Pues en los siguientes tres ejemplos:
- La difusión y el éxito arrasador de la depilación genital (sobre todo femenina): en el mundo del porno responde a razones de iluminación y de que se vean mejor los genitales. Hace apenas quince años una peluquera que se dedicaba a afeitar pubis en creativas maneras y a teñir vellos de colores rompedores salía en "El semáforo" como una curiosidad exótica junto a Draculín y la anciana que tocaba al piano donde se mete la chica del 17. Lo he visto yo con estos ojitos que se va a comer la tierra. Ahora miren sus entrepiernas y las que les rodean y reconozcan que el éxito de la depilación brasileña y la erradicación total del dondehaypelohayalegría ha sido total (mucho se habla aquí últimamente de pelo, si es que el pelo es política).
- La creencia de que el sexo anal es disfrutable para todas las mujeres, en cualquier relación sexual, en cualquier momento: en algún sitio (puede que, horror, fuera en Sexo en Nueva York), se dijo que el sexo anal era a los 2000 lo que el sexo oral a los 90. ¿Hay alguna implicación Clintoniana en esto? ¿Se debe al porno? Pues tal vez sí.
- El gusto de los hombres heterosexuales y homosexuales por correrse fuera. Además de las implicaciones anti embarazo y anti sida que pueda tener, parece obvio que el deseo de terminar una relación sexual eyaculando en una espalda, en unas tetas o en una cara (cuidado con los ojos) -esto es difícil de medir, pero a mí si me dicen que en los ochenta no pasaba tanto, me lo creo- se ha puesto de moda y generalizado como práctica deseable entre los varones, algo que es fácil achacar al porno básicamente porque si la eyaculación se produce en un lugar cerrado -vagina, ano, boca, oreja, cicatriz- no se ve y es menos lucida. 
Dicho esto, asombrémonos de hasta qué punto el porno es poderoso porque su influencia en la cultura general es tal que aunque no se sea un consumidor habitual  nos está enseñando cómo  tienen que ser nuestros cuerpos y cómo tenemos que follar. 

Thursday, July 04, 2013

Emmanuelle y la tarjeta Iberia plus

Un anuncio de la nueva web de Iberia en un podcast me ha espabilado definitivamente de la siesta. Iberia saca hoy la nueva Iberia.com y, entre los servicios ofrecidos, lanzan esta posibilidad que no me digan que no parece el inicio de una comedia romántica:

Social SeatingSi viajas sólo o quieres elegir quién va sentado a tu lado según tus afinidades, iberia lo hace posible con un nuevo servicio, social seating.

trabajando, charlando o descansando

Si eres un fan de las redes sociales y cliente iberia plus y quieres participar de esta experiencia social, con esta nueva funcionalidad, te sugerimos tu asiento según las preferencias de tu perfil y de cómo quieres viajar:
Este nuevo servicio te permite elegir el tipo de compañero de asiento que te gustaría tener.
Para acceder, es necesario acceder a tu cuenta de Iberia Plus conectándote con tu perfil de Facebook.
En base a tus gustos y preferencias, te recomendaremos el mejor asiento disponible, al lado de la persona más afín, dentro del vuelo.
Ovación cerrada a los infinitos caminos que abre el Social Seating, aunque en verdad, más que pensar en una comedia romántica a lo French Kiss, aquí hemos pensado en la saga Emmanuelle. Iberia busca darle nueva vida a los baños durante los vuelos transoceánicos.

Tuesday, July 02, 2013

Mi breve pero provechosa experiencia con el mundo de las revistas femeninas

En algún momento de mi adolescencia comencé a comprar -casi- compulsivamente todas las revistas de moda/femeninas (términos sinónimos todavía hoy, qué tristeza; y entendemos que las más populares en su momento, nada exquisito ni coleccionable) que estaban a mi alcance. Compraba, por supuesto, la Vogue, la Elle, la Cosmopolitan, la Marie Claire, la Woman, incluso a veces la -agh- Telva (no compraba la Glamour ni la In Style porque no existían pero estoy segura de que me habrían encantado). Años después eso se calmó, depuró y refinó para terminar, entre 2000 y 2005, comprando mensualmente y religiosamente la Marie Claire, básicamente porque en ella escribía Lucas Arraut que hacía referencias a Charada o hablaba de los Strokes y claro, sólo por aquellos destellos merecía la pena comprar la revista entera. Precisamente alrededor del 2002 aproximadamente escribía yo esto que me hace sonrojarme por muchas y variadas razones en  mi antiguo blog sobre la Marie Clarie: “Con ese nombre uno se imagina algo tipo Telva meets Mía en una tienda de labores del hogar, pero nada más lejos de la realidad. Su tipo de lectora es el de treintañera (no dejan de lanzarle piropos a "esa edad prodigiosa") pija con inquietudes, obsesionada por la modernidad rayando en lo snob. Vamos, alguien inaguantable. Pero la Mari Claire cuenta con una baza importantísima: el humor. No es sólo que la lectura de estas revistas sea gratificante, porque empiezas por no saber diferenciar a Givenchy de Ralph Lauren y terminas partiéndote con las ironías acerca de Ives Saint Laurent y T.O.M. Es que esta revista cuenta con unos colaboradores jóvenes e inspirados, que hacen entrevistas diferentes y saben darle a todo una nueva óptica. "La lectora de la marie claire es la más culta" según éstas estúpidas encuestas, de las que si alguien me explica el objetivo, le estaré muy agradecida, y eso se nota en que realiza cosas como "El premio contradiction y marie claire de relato breve", en el que... ¿cómo decirlo? los ganadores son siempre demasiado etiquetables como "literatura femenina", y eso que yo odio esa etiqueta, igual que la de "literatura tercermundista" o "literatura gay", pero hay veces en las que resulta difícil desmontar tópicos. El caso es que los ganadores han sido relatos sobre la búsqueda del amor, las rupturas con tu pareja e incluso el diario de una polaca (o de algún país del este parecido) maltratada por su marido - qué oportuno, ¿no?- Vamos, que todo muy Johanna Lindsay. Pero independientemente de eso la Marie Claire incluye páginas sobre los últimos estrenos de cine, música, teatro y libros que son algo más que mero relleno entre anuncio y anuncio, aparte de entrevistas bien realizadas con prestigiosos actores, escritores o políticos (no sólo los más conocidos, sino, y esto es importante, los más prestigiosos ¿entendéis la diferencia?) Para los que tienen mala conciencia, nunca falta un reportaje del tipo de "Viajamos a Zambia para seguir el juicio de Safiya" "Putas en brasil" o "Palestinos e israelíes: las mujeres hacen el entendimiento posible" casi siempre a cargo de Isabel Pisano.”
Lo curioso es que en mi adolescencia y primera juventud gastaba mucho más en revistas que en ropa, que tenía poca y siempre iba mal vestida. Hoy tengo mucha ropa y también sigo yendo mal vestida, pero he conseguido pasar el 80% de mi tiempo vestida en pijama y bata o en bragas y camiseta y se nota menos. Achaco aquel coleccionismo que no se correspondía con mi vida cotidiana a que tenía mucha hambre de moda: había llevado un uniforme de colegio gris y azul marino durante toda mi infancia y, aunque no me había ni mucho menos frustrado porque no era ninguna rebelde de película de Colegio Degrassi, esto había derivado en llegar a los 14 años sin apenas ropa; me pasé mi adolescencia enfundada en vaqueros levis normaluchis de los tiempos pre-elastano y en camisetas de propaganda de la Xunta de Galicia. Las revistas llenaban de ropa adulta y maravillosa mi cabeza colmando todas las ansias estéticas y facilitando el pasar el resto del tiempo cómodamente enfundada en un peto de pana azul eléctrico, todo esto en un tiempo antes de que la moda se pusiese de moda, de los blogs de street style, de que todo el mundo sepa quién es el nuevo diseñador de Ives Saint Laurent al minuto de que se haya nombrado, de que la pasarela Cibeles salga en los telediarios y de que los institutos estén llenos de alumnas aventajadas de Isabel Marant. No me arrepiento de haber gastado todo aquel tiempo hojeando editoriales de moda en vez de haber estado leyendo Le monde Diplomatique ni mucho menos, porque aquello me educó mucho, me enseñó cosas muy importantes en esta vida como quién era André Leon Talley y que la moda sólo es ropa, sí, pero a la vez es el mensaje más importante que transmites inconscientemente, y por eso, pese a todo, está infravaloradísima. De todos modos la verdad es que tras tantos kilos de papel brillante almacenados, tanta acumulación de horribles regalos de plástico, tantos bodegones con zapatos, lo que más recuerdo, y lo recuerdo muy a menudo como si fuesen hechos muy remarcables de ese momento de mi vida, son:
1: La entrevista con Frankie Rayder de la Marie Claire: Frankie Rayder era una modelo ultrabellísima que nunca llegó a ser lo suficientemente famosa fuera del mundo de la moda como para que su nombre sea mainstream. Lucas Arraut la entrevistaba y ella contaba divertidas anécdotas sobre modelos que se lían con jóvenes taxistas milaneses, juergas sin fin y cosas así. Terminaba la entrevista y ella le decía: “¿Ya está? ¿No vas a preguntarme algo más, tipo cuál es mi color favorito?” “¿Cuál es tu color favorito, Frankie?” “El verde. Es el color de los prados, los árboles… ¡y del dinero!”.
2: El test ¿tienes alma de rubia o de morena? de la Elle. Este test es muy muy importante y simbólico no ya por las preguntas y los resultados (que venían a decir, por supuesto, que ser rubia es más divertido), sino porque venía ilustrado por una foto de Carmen Kass y Gisele Bundchen en la que Gisele era, efectiviwonder, la morena. Y aunque el cabello de Gisele se haya aclarado considerablemente desde entonces, aún viendo las fotos de los inicios de su carrera se entiende el pervertido concepto que tienen los medios de los estereotipos capilares.
3: Un reportaje-experimento de la Cosmo sobre algunos de los vestidos más famosos de los últimos años, en el que mujeres anónimas se los ponían y contaban su experiencia. El primero era el inolvidable vestido de Ralph Lauren rosa con el que Gwyneth Paltrow ganó el Oscar por Shakespeare in love.



La joven que se lo había puesto decía que se había sentido una princesa y que bla bla bla, que entendía por qué había llorado al recibir el premio, porque si hubiese ido vestida de cuero habría hecho el símbolo de la victoria. Esto es, que el vestido la ponían en un ánimo determinado y no al revés.
El segundo era un modelo que Elizabeth Hurley había llevado como invitada a una boda, tan abierto y con una raja en la pierna tan prolongada que se le veían las bragas, que eran de leopardo. No he encontrado foto pero estoy bastante convencida de que el vestido era naranja y las bragas de animal print. La chica elegida para este experimiento madamecuriesco reconocía que había recibido un montón de atención y miradas, peeero no estaba segura de que aquella fuese la atención que le gustaría recibir.
El tercer look es directamente historia contemporánea:



Lo tronchante aquí es que a la joven del experimento, en vez de decirle que estuviese un mes sin depilarse, le pegaron un mechonchillo de pelos de esos muestrarios de tintes de las farmacias; o sea, un bucle perfectamente peinado y rizado que creaba un efecto grotesquísimo, a años luz del que crearía una axila peluda natural. La chica chica decía que el vestido era muy bonito pero que el pelo en los sobacos deslucía y la había hecho sentirse muy incómoda.

Y estos son los recuerdos más fuertes que tengo de mis años de lectura fiel de revistas femeninas, por encima del cosmokamasutra o de los dibujos de Jordi Labanda. ¿Significan algo? ¿Me han dado alguna valiosa lección? ¿Ilustran la condición femenina y el mundo en general? Pues supongo que todo y nada a la vez, son tan fútiles o trascendentales como las propias revistas de las que salieron.

Monday, June 24, 2013

Algunas de las cosas que se dicen en Cowboys de medianoche


"Cowboys de medianoche" es el programa de Garci y sus mariachis (Luis Herrero y Luis Alberto de Cuenca) para es Radio; se emite los viernes por la noche, pueden escucharse todos los podcasts aquí y es imprescindible en la formación de cualquier persona con criterio que se vista por los pies. 
Estas son algunas de las cosas que se dicen ahí:

"Como dirían los chavales de hoy en día "era un cañón de tía".
"Moneyball es una película sobre baseball de un tipo que, para que te hagas una ideas, sería como en fútbol Di Stefano".
"Night and day... esa canción se traduciría como "noche y día, tú eres lo más". Porque dice "you're the one", "eres la número uno".
(Sobre Juego de Tronos) "Ahora se está proyectando la segunda" "¿Y eso luego sigue?" ¿En qué época se desarrolla eso?" "La película de Juego de Tronos en la que aparece la chica del dragón, ¿te acuerdas?"
"La casa es como sacada de un Juper. Júper no, Hopper".
"No puedo leer las posiciones 8 y 9 de la lista de las mejores películas porque la fotocopiadora se ha comido los bajos de la página".
"A ver, qué película mejor que milion dólar beibi se ha hecho en los últimos 10 años".
"-El retorno del rey es una película que abreva en los tiempos más recientes.
-Fíjate si abreva, es de 2003..."

"En el concierto de los Beatles había muchos alucinógenos..." "¡canutos! ¡muchos canutos!".
"Y vamos a poner In the mood de Glenn Miller" "¡Hombre con eso yo ya resucito!". "In the mood sería "estoy en marcha" "¿cómo estás?, estoy en marcha".
(Sobre Esperanza Aguirre) "Una mujer de derechas sin complejos", "Lo que no le va a perdonar la izquierda es que haya arrasado", "Una mujer de una enorme cultura, con un gran conocimiento, habla un inglés extraordinario, una gran preocupación por el deporte, la literatura, experta golfista..."
"Yo no entendí nunca por qué se casó Grace Kelly. He visto muchas fotos de ella y puedo decir que no estaba enamorada".
"- Había una canción... kiss me tender" 
- Kiss me stupid, bésame tonto, esa era.
- No, no, era algo tender...
- Killing me softly, mátame suavemente.
- Bésame con ternura, o sería mejor "bésame tierno".
"¡La vida de Pi! Ja, La vida de 3,1416".
"¿La noche más oscura? ¿Eso qué es, la vida de Teresa de Ávila?"

Monday, June 10, 2013

Hijos de la agencia

Lo más interesante que he leído esta temporada sobre Mad Men (a falta de su final y con algunas cosas indignantes pero otras que me han emocionado hasta la lágrima) no son esas teorías locatis sobre la camiseta de Megan que señala a un posible asesinato del personaje a lo Sharon Tate o las elucubraciones sobre el significado del tan sonriente como inquietante Bob Benson. Lo más interesante que he leído, aparte de los siempre estimulantes, electrizantes y esclarecedores análisis de vestuario que hacen Tom and Lorenzo y que deberían ser el ejemplo de todo lo que se puede hacer con vestuario en ficción e incluso inspirarnos a la hora de vestirnos a diario plenamente conscientes del mensaje que pretendemos mostrar al mundo, lo más interesante que he leído, a ver si arranco de una vez, son dos cosas.
Cosa 1: Esta entrevista con Luis Bassat en la Jot Down que me ha puesto un poco los pelos de punta, la verdad. Miren, miren qué cosas cuenta: "No he conseguido verla todavía. Si puedo lo haré el próximo verano. Pero es que me pone enfermo, porque es que era exactamente así. ¡Yo lo he vivido! Entre el 75 y el 80 me pasé un año y medio en total en Madison Avenue. La primera vez que llegué ahí el director financiero de Ogilvy, un tipo buenísimo, extraordinario, me invitó a comer porque quería conocerme, ya que iba a convertirme en su socio. Me llevó al restaurante al que iban todos los publicitarios, en la 48 entre Madison y la 5ª, y él pidió un whisky sour. Pues yo también. Al cabo de 15 o 20 minutos, pidió otro. Yo también. Y al cabo de 10 minutos llama al camarero y le pregunta qué le debe. Paga, se levanta y nos vamos. Volví con él al despacho pero me escapé a una hamburguesería a comer algo, porque esos dos whiskys en ayunas me sentaron fatal. ¡Ese tipo comía dos whisky sour cada mediodía! El mundo de la bebida, de las mujeres, de las secretarias que se iban a dormir con los ejecutivos, de las modelos que para que las contrataran te invitaban a unas fiestas que acababan con todo el mundo desnudo a las siete de la mañana… he vivido todo esto y, francamente, ahora verlo en la tele no me apetece. Mira, la primera secretaria que tuve venía de una agencia de publicidad de la que tampoco te diré el nombre y le pregunté por qué había dejado una agencia tan buena y tan conocida para venirse a trabajar conmigo, porque yo estaba solo entonces y era un desgraciado que apenas empezaba. Me dijo que ella no estaba dispuesta a hacer lo que hacían el resto de secretarias de esa agencia. ¿Y qué hacen? le pregunté, y me contó que en esa agencia había bastantes “hijos de la agencia”. Hijos de los que no se sabía quién era el padre. Se sabía que era un ejecutivo, pero no cuál. Las secretarias iban a dormir alternativamente con los ejecutivos, con los directores de cuentas, con todo el mundo. Y así eran los inicios de la publicidad." Y todo esto hay que tener presente que él lo vive a finales de los setenta, casi veinte años después del inicio de la serie y con la revolución sexual se supone que ya incluso pasada de moda. ¿En serio es así el mundo? ¿En qué momento el mundo de la publicidad era un frenesí de vicio en el que las aspirantes de acuestan con el producto para ascender como en Hollywood y el resto de la humanidad no nos hemos enterado hasta ahora?
Cosa 2: La chiflante teoría de que, como Matthew Weiner trabajó a las órdenes de David Chase en Los Soprano, Mad men puede leerse bajo el prisma de que Don Draper es Chase y Peggy Olson es Weiner, el pupilo brillante que mantiene una relación de amor odio con su exigente y poco complaciente maestro. No sabemos si esto tiene visos de realidad, pero la perspectiva es molona.

Thursday, June 06, 2013

Perversa y lesbiana

Los más fieles lectores ya sabrán de mi obsesión por el caso de Dolores Vázquez, Rocío Wanninkhof y Tony King, obsesión que produjo una de las más virulentas discusiones con mis amigas no recuerdo exactamente en torno a qué punto (creo que era algo sobre la gente que va a las puertas del juzgado a gritar y a llamar, en este caso, "asesina", algo que sigue resultándome incomprensible, qué ganas tiene la gente de salir de casa) y que me llevó también a leer en su día el libro de Beatriz Gimeno "La construcción de la lesbiana perversa", que no me canso de recomendar por breve y clarividente. 
Bien, Dolores Vázquez vuelve a salir esta semana porque hace tres días hablan de ella en Ana Rosa y les falta tiempo para hacerse de cruces sobre el tino que tienen que tener los medios a la hora de hablar de crímenes y sucesos porque no se puede hacer un juicio paralelo y hacer que la opinión pública considere culpable y bla bla bla, al tiempo que Nacho Abad se pone la medalla de que él siempre defendió la inocencia de Dolores incluso ante policías asignados al caso. Aproximadamente un minuto después de repetir que los medios a veces se olvidan de la presunción de inocencia y se dejan llevar por el amarillismo y el morbo, empiezan a hablar del terrible asesino en serie de Bilbao que se ocultaba bajo la respetable (y falsa) fachada de monje shaolin, y dice Ana Rosa, con todo su coño, "bueno, es que era un poco sádico, ya se le ve". Qué tristeza de mundo.

Thursday, May 30, 2013

Las únicas parejas con química en Juego de Tronos

... son precisamente las que no tienen ningún tipo de química sexual (o al menos no en el sentido canónico del término).
Son, a saber, siempre hablando de la serie y por el momento:
- Jaime y Brienne
- Arya y el Perro
- Davos y Shireen Baratheon

Friday, May 24, 2013

Por qué el Gran Gatsby es un NO

- En "El Gran Gatsby" hay una escena en la que Nick Carraway, preso del furor de la escritura, se pone a redactar la historia y al mismo tiempo que lo hace las letras aparecen sobreimpresas en la pantalla como si estuviésemos en un videoclip de fantasía épica. 
- En otro momento, mi -por otra parte y pese a todo, adorado- Tobey Maguire en su papel de Nick Carraway se corre una buena juerga en un piso de Manhattan, se droga, se descamisa y bebe champán de una botella de Moet gigante. Pocas cosas más grotescas en el cine que ver a mi cara de bollo de leche Tobey desparramando y perdiendo los papeles. De estas escenas que hacen que tengas que desviar la mirada de la pantalla de vergüenza.
- Sabemos que a la gente le encanta reír a carcajada limpia en cualquier ocasión por burdo o malucho que sea el chiste. En una de las pocas escenas de humor de la película, Leonardo Di Caprio llena la casa de Nicky de flores, luego desaparece y reaparece empapado por la lluvia en una imagen que se supone, o al menos así parecía, que tiene que resultar refrescante y graciosilla. El público se tronchaba. Esto no es culpa de la película, pero todo influye, igual que cuando minutos después Tobey vuelve a la casa intentando hacer ruido sin lograr perturbar el ensueño de los amantes.
- Los momentos de felicidad de los amantes me recordaban tremendamente a "Tal como éramos", tal vez por una asociación inconsciente Gatsby-Robert Redford, tal vez porque me pones a un par de personas bellas vestidas de forma aún más bellas siendo felices junto al mar y no logro pensar en otra cosa. Pero claro, en esta comparación los modernos salen perjudicados.
- Que alguien me explique qué pinta el personaje de Jordan en esta película aparte de inundar la pantalla con sus ojos oceánicos. Que sí, saldrá en la novela, pero su función es similar a la de un canotier.
- Todo en la película es amanerado, pero amanerado en el mal sentido de la palabra (no-tengo-nada-en-contra-de-los-gays-y-de-hecho-tengo-muchos-amigos-gays), sobre todo porque a mí me gustan las películas amaneradas. Ameneramiento y artificiosidad pero que no guarda nada detrás, todo es vacío, todo es mentira (como la vida de Gatsby, jur). Y eso que es más comedido de lo que era en su hasta ahora mayor éxito Moulin Rouge (película de la que salí transportada y con ganas de volar y abrazar columpios, efecto que no se ha vuelto a producir cuando la he visto en televisión, por ejemplo). 
- Hubo momentos en los que la historia se me estaba haciendo tan tan larga y tan tan aburrida (ese final eterno que no llega nunca...) que tuve que ponerme a imaginar que estaba viendo una traslación de alguna de las novelas de mi adorado sobre todas las cosas Enrique Jardiel Poncela. Veía a Carey Mulligan evaluando sus posibilidades como alguna de las rubias protagonistas de "Amor se escribe sin hache" o de "La tournée de Dios", pero no pegaba ni como Sylvia Brums ni como Natalia Lorzain (para la que siempre pienso en la difunta Carole Lombard), y eso me enfurecía aún más. Acabé concentrando mi atención en esos vestidos de flapper locatis y en esos trajes maravillosamente cortados  (especial atención al jersey de punto beige que luce Leonardo Di Caprio; esta temporada en Zara hombre la ropa es muy gatsbiana, muy de jugar al golf y luego ser asesinado para que Hércules Poirot resuelva el crimen), que sí sentarían de maravilla a cualquier adaptación de Jardiel Poncela. 
- Todo "El gran Gatsby" en general me parece que puede resumirse en la escena de la primera aparición de Daisy. La voz en off nos dice que esa delicada mano que revolotea con una preciosa pulsera art decó es una maravilla que pertenece a una persona tintineante dotada con esa magia que hace que sin ella no haya fiesta posible y que disfrutar de su sola presencia sea una fiesta. Mira qué poético y simbólico y absurdamente hermoso es, te dice la voz, pero la mano se retuerce artificialmente sin que tu veas más que movimientos ridículos y cuando la dueña de la mano emerge por fin tras el sofá resulta que es Carey Mulligan, que es la nada. Una mamarrachada absurda sin un gramo de verdad.

Thursday, May 09, 2013

Máxima simbología

Hace unos días saltó una de esas noticias inesperadas dentro de una noticia más grande que tanto gustan en estos lares: para vestir a sus hijas durante su coronación como Reina de Holanda (así, en mayúsculas), Máxima Zorreguieta (que me encanta y de la que nunca hay que obviar que es hija de un ministro de una dictadura que tiraba a gente drogada al océano desde un avión) había elegido unos vestiditos -monísimos por cierto- de la marca gallega Pili Carrera. Los primeros sorprendidos fueron los de la propia marca, que sabían que la ya no princesa había encargado unos modelitos pero no que los utilizaría para la primera imagen icónica de su hijita Amalia saludando desde el balcón ya como primera en la línea sucesoria. El detalle que no han dejado de reseñar todos los medios es que "Máxima pagó todos los vestidos de sus hijas" y que les enviaron una nota diciendo que "la casa de Orange no acepta regalos". Faltaría más, diría cualquiera, y que de dónde nos creemos que sale el presupuesto para organzas y blondas de las princesitas, pero entonces volvemos la vista aquí a la tierra y nos entra un poco el sonrojo. Hace unos días, en un Salvados (ese programa que es verlo y no entender, pero literalmente no entender, cómo la gente que se suicida porque la desahucian no lo hace llevándose a alguien por delante) sobre el silenciado accidente del metro de Valencia, alguien comentaba algo que me pareció muy lúcido: que con la crisis, si se estaba consiguiendo algo bueno -si es que esto es algo bueno-, era que la población desconfiase más de los políticos y de las instituciones, no se quedase con la primera versión y exigiese respuestas y explicaciones fidedignas. También comentábamos hace poco lo indignante que es que la corrupción sólo moleste e incordie en épocas de vacas flacas, y que cuando las cosas van bien se disculpe, aliente y practique con dedicación lazarillodetormesca. Muchos años tendrán que pasar para cambiar la conciencia de un país tan asqueroso, caciquil y menor de edad como este. Esto y la noticia de los vestidos de Pili Carrera comprados y pagados con factura no tienen aparentemente nada que ver, pero en realidad sí lo tienen, ustedes ya me entienden.

Thursday, April 25, 2013

Breve historia del pelo rizado en el cine

Tal vez porque me toca de cerca, me fascina el significado que el cine hollywoodiense le da al pelo rizado (me toca de cerca el pelo rizado, no Hollywood). El pelo femenino, claro, siempre está cargado de simbolismo y remite a la sexualidad, a mujeres que una vez casadas ya no podían llevar el pelo suelto, a melenas sueltas desordenadas que sugieren violaciones, a mujeres que una vez violadas se cortan el pelo y a judías ortodoxas que se lo rapan para mostrarle al mundo su peluca (razones por la que en el debate sobre pañuelo-sí pañuelo-no en el mundo musulmán, rotundamente pañuelo no), pero los rizos significan aún más, porque normalmente se usan para definir personajes femeninos de carácter intrépido e independiente o que caen directamente en la locura total y falta de control sobre una misma (véase el pelo frito de Glenn Close en Atracción fatal). En otra vertiente más comedida, los rizos son simplemente un ejemplo de mujer  que presta poca atención a su aspecto físico y que no se cuida (véase Cameron Díaz en Cómo ser John Malkovich), algo de lo que culpamos básicamente a la omnipresencia de la melena planchada en los años 90, que todavía colea hoy veinte años después. ¿Es este uno de los principales problemas de la representación de las mujeres en los artefactos culturales? Por supuesto que no, pero sí es un ejemplo de lo reduccionistas y estúpidos que suelen ser éstos. Es como si una mujer de pelo rizado no pudiese ser atractiva y deseable con su pelo natural y, para lograrlo, tuviese que pasar por largas horas de peluquería (o directamente llevar peluca), justo como le pasó a Nicole Kidman cuando tuvo que dejar atrás definitivamente esa rubicunda (y muy sexy) imagen en Calma Total para convertirse en la mayor superestrella de su momento luciendo una trabajadísima melena.
Así que aprovechamos para recordar cinco momentos importantes en la historia del pelo rizado cinematográfico, que podrían ser muchos más pero estos los llevamos especialmente en nuestra cabeza llena de bucles y permanentemente despeinada.

Tal como éramos: Barbra sentó cátedra una vez más identificando pelo con independencia y autoafirmación.  Al principio de la película, la muy inteligente, concienciada, judía y pesada Katie Morosky luce unos bucles fantásticos que son casi de melena a lo afro; esto dura un ay porque enseguida empieza a planchárselo pensando que así gustará más a Hubbell (y de paso evita que él se cele porque haya otro pelazo capaz de hacerle sombra al suyo propio), cosa que ocurre; Barbra se pasa la película con el pelo precioso, todo hay que decirlo, pero bien a raya con plancha y cepillo; el tiempo pasa, la relación evoluciona, se van a California, pasean por la playa con un lookazo de punto y vaqueros por el que todavía suspiramos, llega la lista negra, comprenden que son demasiado diferentes para ser felices y rompen. Cut. Llega la escena final en la que los años han pasado y la expareja se reencuentra casualmente en Nueva York. Y, tachán, ella puede lucir su pelo natural porque ya no tiene que fingir ser otro tipo de persona, ya no tiene que ser educada, polite, cínica y cuándotuvasyovuelvo de allí porque no tiene un Hubbell que le corte las alas para protestar contra la bomba nuclear, ser rogelia total, decir en voz alta lo que piensa sin importarle si es poco apropiado o incomoda a los presentes y sí, por fin, puede llevar la cabeza bien alta llena de bucles. Y para explicar del todo el alcance del pelo de esta película en la cultura popular, sintiéndolo mucho, tenermos que referirnos a –argh-, la escena de Sexo en Nueva York en el que Carrie se compara con la Katie protagonista porque ella también es una chica complicada y libre, y ella también, como muestra de esa inteligencia y ese complicadismo, tiene el pelo rizado, como K-K-Katie (al final del capítulo hay otra bellísima analogía entre Carrie Bradshaw y un caballo, algo que no podemos sino aplaudir entusiasmados).



Entrevista con el vampiro: la prepúber Kirsten Dunst se convertía en vampira e instantáneamente se le rizaba el pelo con unos tirabuzones de muñeca gótica que ya querrían las espumas Giorgi para sus publicidades. En esta película llena de melenacas, tintes, postizos y pelucas loquísimas su melena a lo Luis XIV creada por arte de magia remitía a la sexualidad del vampiro y al siempre rizado vello púbico (¿lo recuerdan? ha desaparecido).



Princesa por sorpresa: Anne Hathaway tenía entrecejo, lucía gafotas, era desgarbada como sólo lo son las adolescentes y naturalmente tenía un melenón rizado que vale, pedía a gritos una mascarilla hidratante, pero podría haber sido igualmente regio adecuadamente acondicionado. ¿Podría? Pues por supuesto que no; a Julie Andrews and company les faltó tiempo para sacar las ghd o su correspondiente de la época y eliminar, con los pelos del bigote y los modales de yankee, los rizos, que son síntoma de falta de señoritinguez.



Criadas y señoras: la Skeeter que interpreta Emma Stone es una escritora en ciernes que oscila entre lo que se supone que tiene que ser su vida y lo que a ella le gustaría que fuera. Cuando se inclina hacia el lado de lo que se supone que tiene que ser, acepta una cita a ciegas y que su madre le planche la melena rizada para estar pefecta en el evento. Después de horas de sufrimiento, se ve en el espejo con su nuevo look planchado y moldeado y chilla de entusiasmo. ¿Es esto lo que quieren en el fondo todas las chicas con el pelo rizado? ¿Por qué el cine actúa como si fuera así? (estas preguntas son tan, a su vez, Carrie Bradshaw que voy a ir terminando o quién sabe cómo terminará esto).



Brave: Odiamos Brave, de acuerdo, con ella Pixar nos ha dado un disgusto comparable al que tuvimos con Cars, pero su protagonista es la plasmación más exacta de nuestra teoría que hemos visto en el cine de los últimos años. La princesa Mérida es rebelde y asalvajada, no se quiere casar, odia las buenas maneras y prefiere ir por ahí con su arco y sus flechas (el amazonismo es tendencia total con Jennifer Lawrence en los Juegos del hambre, y nunca hay que menospreciar el poder icónico de una mujer apuntando con un arco y una flecha, así como una cosa fálica y poderosa), ¿y qué es lo más efectivo para resaltar ese carácter indómito y rebelde? Una buena melena rizada indómita y rebelde, y pelirroja, para que el efecto sea doble. Es una princesa, sí, pero tiene el pelo rizado, ergo, no es una princesa comme il faut.



Thursday, April 18, 2013

Historia del diario

Me he puesto a repasar entradas (actividad onanística no recomendada) de mi anterior (pero no primigenio) blog y he encontrado algunas cosas dignas de mención aunque sólo sea porque me han hecho ser consciente de ¡cómo pasa el tiempo, diojmío! Aquí las copio por si se las lleva este ancho y proceloso mundo que es Internet, para que quede constancia.

25 de marzo de 2006

Jodó. Lo flipo en dolby. Todo el mundo pendiente de la Jurado –a la que han traído a Ejpaña para morir, esto está clarísimo, le quedan quince días, hacedme caso y si no al tiempo, que lo veo yo con mis poderes, poderes que he ido desarrollando en el último año y de los que ya hablaré largo y tendido en otra ocasión- y resulta que ¡se muere Rocío Dúrcal! Me da mucha pena, de verdad, porque además de cantante del inmortal “Me gustas mucho tú” y protagonista en su juventud de un puñado  de películas que hemos disfrutado en numerosas ocasiones gracias a “Cine de Barrio” (¿mi preferida? “La chica del trébol”), Rocío Dúrcal es, era (¡qué terrible! ya hay que hablar de ella en pasado) la esposa de Júnior, (mmm… conexión con JP… ahí va a estar la explicación de este trágico desenlace) y sobre todo madre de Carmen Morales, que para toda mi generación (puagh) será siempre la pérfida de María de “Alsa”. Y con que se mueriese la madre de Bichito no contaba, no.
Al final va a ser Laurita Valenzuela  la única que ha podido superar el cáncer. De momento.

3 de abril de 2006 
Un año ya, jasú, cómo pasa el tiempo. Un año de la muerte del Papa, que viví desde Madrid, y un año de la gala de Miss España, que viví desde la aldea comentándola muy dicharacheramente en la mesa camilla del salón en compañía de mi familia,  todos muy activos y metidos en el  tema (éramos de Miss Lleida) Del aniversario de la muerte de San Juan Pablo II no voy a comentar nada porque ahora no me apetece mucho, y de lo de las misses… pues tampoco, pero sólo quería reseñar que sin duda es la gala peor organizada de todas las del país, en dura competencia con la de los Goya y que… ¡madre del amor hermoso! en el momento final, cuando salen todas las misses, incluidas las rechazadas, y van vestidas como con trajes de gala que ellas mismas han elegido, ¡¡había una que llevaba un modelo plagiado al de Hillary Swank en los Oscar del año pasado!! Era igualico igualico, con el escote en la espalda que llega hasta el culo y  el mismo color azul petróleo. La susodicha miss estaba obviamente encantada con su vestido copiado (me la imagino en la modista de su pueblo, esgrimiendo una foto arrancada del ¡Hola!) y no dejaba de girarse para que todos admirasen sus bellos (¡ja!) homóplatos. En nuestro hogar flipábamos.   Yo creo que no hace falta comentar nada de este hecho porque es tan representativo por sí mismo que todo lo que pueda decir iba a quedar como de… Clara Caurel, o de ser así de repulsivo. Así que me callo y me voy a cenar unas lentejitas.
(Esto del vestido de la gala de Miss España que menciono ahí arriba no es tan de drama común como lo de Rocío Dúrcal, pero es una de las imágenes televisivas -de las que he consumido eones y toneladas- más presentes en mi vida pese a que no he conseguido verla de nuevo jamás y una de las razones por las que maldigo una y otra vez la quiebra de Miss España). 

Monday, April 15, 2013

El pato Donald nazi

De mi reciente estancia en Singapur (me muero por decirlo y empezar así todas mis frases) me he traído un souvenir inmejorable en forma de libro en inglés de segunda mano llamado "Enciclopedia de los personajes animados de Disney" que abarca desde los llorados tiempos del Steambot willie hasta los patéticos y entrañables días de los Rescatadores. Esto implica que entro en una etapa aún más Disney de lo que ya es mi vida cotidiana, que ya ha empezado a dejar sus frutos en que ayer por ejemplo acudiera a ver en pantalla grande 101 dálmatas (la original, faltaría más) con una educada multitud de niños y una bastante más molesta multitud de padres deseosos de ahorrarles cualquier posible trauma a sus retoños cuando se escuchaba algo así como "Les asestaremos un estacazo y luego los despellajaremos". Y esto entronca directamente con mi lectura del viaje, HHhH, un libro que ya estaba tardando en leer, que sabía que me iba a encantar pero que me ha emocionado aún más que 101 dálmatas y que se ha convertido, yo creo que para los restos, en uno de los libros de mi vida. ¿Y cuál es el hijo natural de la alianza Disney-nazis? Pues esta maravilla que hace que tiemble el misterio:

De las películas de propaganda bélica de la Segunda Guerra Mundial aliadas con los dibujos animados ya sabíamos gracias a que básicamente todo el mundo lo sabe y sale hasta en los Simpsons, pero, ¡oh! qué deleite el no haber investigado arduamente (o sea, puesto en google) el tema para estar a tiempo todavía de encontrar cosas como estas que aúnan algunas de mis palabras favoritas en el mundo: propaganda, Disney y nazis.

Sunday, February 24, 2013

Óscars 2013: Popurrí final

- Para completar un poco lo de la entrada anterior en la que decía que mis preferidas de la larga lista de los Óscar son The Master y Skyfall, ninguna nominada a mejor película, y como de Skyfall ya hablé aquí presa del entusiasmo, sólo diré ya que The Master me ha parecido intensísima y preciosa de ver, que Joaquin Phoenix está sobrecogedor en su papel de Popeye el Marino, que Philip Seymour Hoffman lo hace todo tan bien que no es de este mundo y que la maravillosa y adorada por cualquier persona de bien Amy Adams está -justamente- nominada sólo por dos cosas: sostener la mirada como nadie y hacer una paja.
- Los papeles de Helen Hunt en los últimos cinco años, consultados en su ficha de la IMDb, son: poner voz a un personaje de una película animada sobre un perro; un papel en una película sobre una adolescente surfera; dos apariciones en comedias románticas que han pasado sin pena ni gloria y un personaje de los ochocientos que salen en la sobrevaloradísima y estúpida Bobby. Todo esto hasta aparecer haciendo de surrogate en Las sesiones, película que nos moríamos por ver porque en nuestra adolescencia leímos una novelucha sobre los sustitutos sexuales que trataban la eyaculación precoz o la anorgasmia allí donde la psicología no podía llegar: en el tálamo. Pues desde aquí decimos: Helen Hunt, sabemos que Hollywood es un lugar horrible para las mujeres mayores de cuarenta (ya lo decía Antonio Banderas hablando no de sí mismo, sino de su esposa Melanie), pero eres una actriz estupenda capaz de hacer como nadie un personaje atractivo pero cuyo físico todavía es de este mundo. Nos gustaría mucho que ganases otro Óscar por enseñar las tetas y el coño con tanto arte como en esta película sobre lo abierto que es todo el mundo en San Francisco, pero lo vemos imposible. Ojalá la nominación sirva para que se acuerden más de ti los futuros directores de cásting. Vuelve, Helen. Toliño por ti.
- Hitchcock podría haber sido una correcta y entretenida tv movie cuya historia nos gusta tanto que ninguna papada de Anthony Hopkins sería capaz de arruinar, pero, error, tiene pretensiones. Una buena muestra de lo enervante de la frivolidad de esta película en la escena en la que Hitch se entrevista con Anthony Perkins que, muy armarizado, le dice "oh señor Hitchcock he visto un montón de veces sus películas, sobre todo La soga y Extraños en un tren". Ese es el tipo de sutileza y elegancia a la hora de plasmar un conflicto y retratar una complicada psique que se gastan aquí.
- De la estupenda escena de accidente aéreo de Flight, de Denzel Washington, nos quedamos con ese homenaje a La aventura del Poseidón que es poner el avión del revés. O al menos así lo hemos interpretado aquí.
- Parece que va a ganar Argo y que Ang Lee se adelanta a Lincoln como mejor director, y que en todo lo demás apenas habrá sorpresas. Aún así, nunca se sabe, pero qué importa ya. Y los Óscars, como decíamos al principio, son cualquier cosa menos cine; son vestiditos, vértigo de las listas, morbo, estrellones metiendo la pata, estrellazas de la canción y brilli brilli. Feliz noche. 

Friday, February 22, 2013

Óscars 2013: Zero Dark Thirty

Zero dark thirty, La noche más oscura (las memorias de Santa Teresa, como dicen muy atinadamente Garci y sus mariachis) era mi último cartucho de cara a ir con alguien en la próxima gala. Y, para mi horror, tampoco va a ser así. Me ha gustado muchísimo, ha sido de las que más de la lista de las nueve nominadas a mejor película, pero hay un par de cosas que no puedo pasar de largo, a saber:
- Que, pese a que el ritmo sea estupendo, la primera parte de la película esté distribuida en una serie de episodios que parecen algo así como el "Cómo encontramos a Bin Laden greatest hits" (porque además no hay ningún tipo de contextualización ni de intento de explicar el origen del terrorismo islámico ni nada parecido -algo que sí se apuntaba un poquito en Argo-; es sólo la historia de cómo dieron con el archienemigo del mundo en los 00 y ya, y no pretende ser otra cosa). Una sucesión de acontecimientos separados entre sí por años que muchas veces no son más que pistas falsas que no conducen a nada. Si hasta están separados por cortinillas negras con el nombre del episodio correspondiente, en plan "El encuentro", "La llamada", "El error" y cosas así.
- Del tema moral pasamos porque estoy de acuerdo con todo lo que dice aquí Sisterboy, pero no puedo entender que a nivel de guión en ningún momento se plantee qué harán cuando den con Bin Laden. De hecho cuando lo encuentran y un soldado le mete un par de tiros, ¿qué es eso de que otro le diga "Tío, ¿pero qué has hecho?"? Como si una decisión así pudiese haberse dejado al libre albedrío de uno de los bellos marines o lo que sea el cuerpo especial de las fuerzas armadas que lleva la misión. Como si realmente hubiese sido una improvisación de último momento (y lo peor es que, tal y como es la realidad, no me extrañaría nada que esto hubiese ocurrido realmente así).
- Inconcebible me parece que un helicóptero pueda estrellarse en el gallinero de la casa-búnker en la que se oculta Bin Laden y que nadie se entere. Y aplausos para ese momento en el que van recorriendo la casa llamando "¿Hassan, Hassan?", aparece Hassan y lo ultiman; "¿Said, Said?", aparece Said y otro tanto, así hasta el inolvidable "¿Osama, Osama?". 
- El tan alabado tratamiento de la imagen, sobre todo la de su escena final, me horripila. Tengo un problema con las visiones nocturnas, es ver esos planos en verde y negro y acordarme de la visión de Predator o de Robocop. 
- Jessica Chastain gusta a todos y eso que se está quedando calva, que cuide el estrés; sería muy bonito verla recoger el Óscar confirmándola como la recién llegada que hasta hace un par de años era una desconocida y que se ha convertido en la actriz favorita del universo, pero si no ocurre, tampoco será un drama. Le quedan años por delante antes de empezar a hacerse vieja y desaparecer, claro que lo mismo pensábamos en su día de otra excelsa pelirroja, Julianne Moore, y ahí está compuesta y sin novio.
Total, que a falta de favorita, sigo yendo contra El lado bueno de las cosas, y sólo deseo que Skyfall gane todo a lo que está nominada. De la lista de películas concurrentes a los Óscar de este año, mis favoritas son ella y The Master. Y ninguna está nominada a mejor película. Así estamos.