Wednesday, April 30, 2008

Qué vida tan tonta y qué grande es tu amor

La entrada anterior iba sobre "estos días", pero es que estos días son aún mejores: entre la final de Fama y el caso del Monstro -o como lo llamen- austríaco que tuvo a su hija secuestrada en el sótano más de veinte años y le hizo seis hijos+1 quemado en la caldera, tengo todas las horas de tele que puedo dedicar al día -que son pocas- cubiertas.
Y es que, desde que tengo un trabajo adulto, de mujer que se autofinancia lujos y caprichos, el tiempo no me llega para nada. Menos mal que tengo la pirámide de cuarzo para, pese a lo que digan los incrédulos, ayudarme a que me salgan bien las cosas. Y sí, madrugar es malísimo. Yo, cuando no duermo mis horas reglamentarias -que son nueve- o me levanto antes de lo que mi reloj biológico me indica -que es a las diez de la mañana, ni más ni menos- acuso sobremanera los efectos del cansancio y me sale un capilarcito en la mejilla, debajo del ojo izquierdo. Si duermo lo suficiente, el capilarcito desaparece. Cuando estoy cansada, hace acto de presencia. Y ahora llevo con él -y con la fealdad que suele acompañarle- bastante tiempo. Y aún así, estoy recontenta, porque no hay nada como levantarse cada mañana cagándose en el despertador para ir a hacer algo que te gusta, que no es la bomba, no es el trabajo de tu vida, pero te gusta, aprendes, lees, tienes la sensación de ser útil, te cansas, cobras por ello. Y de vez en cuando te da pequeñas alegrías como la de ayer, cuando de pronto descubro que voy a cartearme con un señor electrónico cubano que me dice, con su perfecta caligrafía cosas como "mucha salud para usted y toda su compañía"
Y, amén de despedidas varias de esas que se llevan briznas de tu corazoncito apocholado, alegría porque me voy unos días a Lyon, mis padres se van todo el mes a México, hay amor en el aire, se acerca el verano, hay momentos de plenitud, proyectos en lontananza... no sé, si la vida era ésto, bienvenida sea.

Sunday, April 27, 2008

Que esto que hoy es un cascajo fue la dulce metedura donde yo perdí el honor

Estos días:

Delante de casa está el puticlub “Tú y yo”, y delante del puticlub hay una acera muy ancha ancha. En esa acera tan ancha alguien ha escrito a tamaño gigante con spray: “Susana te quiero”. Para todos está llegando la primavera.

He terminado de leer (por fin) “Las partículas elementales”. Y sí, pero bah. Creo que habla de una sociedad enferma de deseo y pequeñoburguesa que aquí en Ejpaña todavía no existe, o no está tan extendida, porque no llevamos tanto tiempo siendo primer mundo. Que todavía se nos ve el pelo de la dehesa y estamos en momento de disfrutar de las vacaciones pagadas y del chalet en la playa sin notar el vacío existencial. Por lo demás, pah. No está mal, pero no me quedan muchas ganas de leer otro libro de Houellebeq.

Por otro lado en el mismo día de Sant Jordi me he cepillado mi regalo: “Lost Girls” de Alan Moore. Y ¡guau! Es el primer volumen de una historia completa de tres que cuenta las andanzas eróticas de una Alicia (en el país de las maravillas, o a través del espejo, más bien), de Wendy (de Peter Pan) y de Dorothy (del Mago de Oz) ya adultas. Y por supuesto, como todo lo que hace Alan Moore, es maravilloso e híperinteresante, con mil lecturas que ahondan en el significado profundo de las historias clásicas. Y moja mogollón, además.

Sunday, April 13, 2008

En verdad os digo

Mi relación con el mundo de lo mágico y lo esotérico no es muy amplia pero sí intensa. Conforme van pasando los años, más crédula me vuelvo y más fe tengo en la quiromancia, los posos del café, las entrañas de las ocas y las manos de Fátima. De hecho creo que pronto volveré al catolicismo, porque puestos a creer en el poder de un embrujo hecho con receta de la "Vale" para que tu amado vuelva a tus brazos, mejor creer en el poder de San Antonio, que al fin y al cabo tiene mucha más tradición y un montón de fieles -sobre todo latinoamericanos- juntando sus energías a la tuya para conseguir que encuentres ese colgante con el ojo del Gautama que perdiste la semana pasada.
Voy a hacerles una recomendación a todos mis lectorcitos que les va a servir para triunfar en la vida. Yo entiendo que ustedes sean personas post-siglo XVIII y sus mentes ilustradas desdeñen a los astrólogos y nigromantes, pero, ay amigos, los dos consejos que les voy a dar FUNCIONAN. Y les van a servir para triunfar en la vida y salir airosos en sus proyectos, al menos en los laborales. Y todo de gratis, ni siquiera por las quinientas pesetas de la pulsera magnética que curaba la cefalea. Gratis, palabra musical.
Ya me han leído la mano unas cuantas veces y me han echado las cartas con tronchantes resultados (eso lo contaré algún día), pero éstos consejos son muy sencillitos y fácilmente aplicables. Tienen que ponerlos en práctica ya mismo si quieren dejar de ser cajeros en el Carrefour (con todo mi respeto a los cajeros de supermercado, que realizan una labor muy bonita y muy útil) o de preparar oposiciones a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado (ningún respeto para éstos, puagh). Ahí van:
El primero es una máxima y es más bien de efecto darseánimosaunomismoensumismamismiedad:
"Miedo no". Sólo hay que creérselo, miedo no.
Y el segundo es infalible: Cómprense YA una pirámide de cuarzo. Puede ser pequeñita y discretita, no hace falta que sea de tamaño... piramidal. Valen un euro o poco más, y bueno, para adquirirla en mi caso está bien fácil porque mi calle está llena de librerías como "Karma" o cafeterías de punto de encuentro mágico, pero hasta en los pueblos más pequeñicos hay alguna tienda esotérica. Una pirámide de cuarzo blanco, pequeñita, y la ponen encima de sus papales y sus cosas, esas gestiones que quieren que les salgan bien (los papeles de la hipoteca, la lista de sitios donde mandar el currículum, las pruebas del sida... ) y ¡ala!, a esperara que la pirámide surta efecto. Que surtirá, ya lo verán.
También hay pirámides de otros colores para problemas más localizados: amor, ansiedades, cosas así, pero como el trabajo es lo ÚNICO importante, con ésta tienen más que suficiente.
Ala, corriendito a por ella.

Tuesday, April 01, 2008

El presidente de la FIA implicado en orgías sadomasoquistas nazis

El caso Mariluz y la historia del presunto asesino, Santiago del Valle, me tienen conmocionada (recordemos: Mariluz, la niñapequeña gitana -apunte imprescindible- desaparecida desde hace meses que ha sido encontrada muerta, se cree que asesinada). La historia lo tiene todo: drama que toca la fibra sensible de la gente, "Madelaine española" (chorriflautez que no hay ni que comentar), gitanos embravecidos en plena batalla campal queriendo linchar al asesino que además acumulaba condenas por abusos sexuales, justicia inoperante y alarma social ante lo terriblemente absurdo del caso.
Santiago del Valle, sea o no el asesino de Marilú, menuda perla negra de ser: acusó al profesor de su hija de abusar de ella, y al final se descubre que no era el profesor sino él mismo el que la violaba repetidamente (o tocaba, o vaya a saber qué), y lo que más me espanta del caso, ¡con el consentimiento de su mujer, que presenciaba los abusos! (Estas cosas me recuerdan a ciertos testimonios de Sabor a ti, cuando Ana Rosa trabajaba por la tarde y se mojaba bien mojada en la mierda). Y ver esas declaraciones del individuo en cuestión, a la puerta del juzgado, soltando joyas como la siguiente: "¿Pero cómo voy yo a abusar de mi propia hija? ¡Antes de abusar de mi niñita abusaría de la niña de cualquier otro!" Es que sería como para reír, de no ser tan chungo que más bien da ganas de llorar.
Qué terrible, terrible es todo; darse cuenta de que la sociedad, la gente, las niñitas y sus padres no pueden hacer en realidad nada contra los violadores, los pederastas y tal. Que por mucha cárcel y tratamiento de hormonas, por mucha castración química -tema talcualito "La naranja mecánica" del que parece mentira que aún se hable-, por mucha "reeducación", no hay cura ni vuelta atrás, los violadores no se redimen, y los niños víctimas de abusos se convierten en abusadores -ellos- y actrices porno o mujeres maltratadas -ellas-. Es muy reaccionario esto que pienso, sí, pero es que cada día me vuelvo más intolerante y más "quelescortenlacabeza". La vida, que me curte y me hace mirar con ojeriza a los moros, los argentinos y los andaluces, y contemplar la pena de muerte con simpatía.
Total, que no hay que tener hijos. Que es arrancarte un pedazo de tu corazón y exponerlo por el mundo a que cualquier cabrón con pintas le joda la vida, o a que cualquier burocracia inoperante ayude a joderle un poquito más, o a que se convierta en un cabrón con pintas él mismo. Que es lo más probable.