Friday, May 24, 2013

Por qué el Gran Gatsby es un NO

- En "El Gran Gatsby" hay una escena en la que Nick Carraway, preso del furor de la escritura, se pone a redactar la historia y al mismo tiempo que lo hace las letras aparecen sobreimpresas en la pantalla como si estuviésemos en un videoclip de fantasía épica. 
- En otro momento, mi -por otra parte y pese a todo, adorado- Tobey Maguire en su papel de Nick Carraway se corre una buena juerga en un piso de Manhattan, se droga, se descamisa y bebe champán de una botella de Moet gigante. Pocas cosas más grotescas en el cine que ver a mi cara de bollo de leche Tobey desparramando y perdiendo los papeles. De estas escenas que hacen que tengas que desviar la mirada de la pantalla de vergüenza.
- Sabemos que a la gente le encanta reír a carcajada limpia en cualquier ocasión por burdo o malucho que sea el chiste. En una de las pocas escenas de humor de la película, Leonardo Di Caprio llena la casa de Nicky de flores, luego desaparece y reaparece empapado por la lluvia en una imagen que se supone, o al menos así parecía, que tiene que resultar refrescante y graciosilla. El público se tronchaba. Esto no es culpa de la película, pero todo influye, igual que cuando minutos después Tobey vuelve a la casa intentando hacer ruido sin lograr perturbar el ensueño de los amantes.
- Los momentos de felicidad de los amantes me recordaban tremendamente a "Tal como éramos", tal vez por una asociación inconsciente Gatsby-Robert Redford, tal vez porque me pones a un par de personas bellas vestidas de forma aún más bellas siendo felices junto al mar y no logro pensar en otra cosa. Pero claro, en esta comparación los modernos salen perjudicados.
- Que alguien me explique qué pinta el personaje de Jordan en esta película aparte de inundar la pantalla con sus ojos oceánicos. Que sí, saldrá en la novela, pero su función es similar a la de un canotier.
- Todo en la película es amanerado, pero amanerado en el mal sentido de la palabra (no-tengo-nada-en-contra-de-los-gays-y-de-hecho-tengo-muchos-amigos-gays), sobre todo porque a mí me gustan las películas amaneradas. Ameneramiento y artificiosidad pero que no guarda nada detrás, todo es vacío, todo es mentira (como la vida de Gatsby, jur). Y eso que es más comedido de lo que era en su hasta ahora mayor éxito Moulin Rouge (película de la que salí transportada y con ganas de volar y abrazar columpios, efecto que no se ha vuelto a producir cuando la he visto en televisión, por ejemplo). 
- Hubo momentos en los que la historia se me estaba haciendo tan tan larga y tan tan aburrida (ese final eterno que no llega nunca...) que tuve que ponerme a imaginar que estaba viendo una traslación de alguna de las novelas de mi adorado sobre todas las cosas Enrique Jardiel Poncela. Veía a Carey Mulligan evaluando sus posibilidades como alguna de las rubias protagonistas de "Amor se escribe sin hache" o de "La tournée de Dios", pero no pegaba ni como Sylvia Brums ni como Natalia Lorzain (para la que siempre pienso en la difunta Carole Lombard), y eso me enfurecía aún más. Acabé concentrando mi atención en esos vestidos de flapper locatis y en esos trajes maravillosamente cortados  (especial atención al jersey de punto beige que luce Leonardo Di Caprio; esta temporada en Zara hombre la ropa es muy gatsbiana, muy de jugar al golf y luego ser asesinado para que Hércules Poirot resuelva el crimen), que sí sentarían de maravilla a cualquier adaptación de Jardiel Poncela. 
- Todo "El gran Gatsby" en general me parece que puede resumirse en la escena de la primera aparición de Daisy. La voz en off nos dice que esa delicada mano que revolotea con una preciosa pulsera art decó es una maravilla que pertenece a una persona tintineante dotada con esa magia que hace que sin ella no haya fiesta posible y que disfrutar de su sola presencia sea una fiesta. Mira qué poético y simbólico y absurdamente hermoso es, te dice la voz, pero la mano se retuerce artificialmente sin que tu veas más que movimientos ridículos y cuando la dueña de la mano emerge por fin tras el sofá resulta que es Carey Mulligan, que es la nada. Una mamarrachada absurda sin un gramo de verdad.

2 comments:

SisterBoy said...

Supongo que verla doblada doblará el horror

Ra está en la aldea said...

La he visto en versión original, pero después de ver el tráiler creo que sí, que será más terríbilis todavía.