Wednesday, September 17, 2008

E-spagueti

Con motivo del 11 de septiembre, festivo en Cataluña y fecha indudablemente destinada a darnos disgustos y noticias por los siglos de los siglos, me fui a Verona a casa de un amigo que es de allí. Qué bonita es Verona, tiene ese aire inefable de todas las ciudades italianas: medio medievales, medio renacentistas y con las calles comerciales empedradas con un mármol rosa que resbala cantidad.
Apuntes breves sobre Verona:
- En la (supuesta) casa de Julieta los enamorados se dedican a escribir notas de amor (supongo que "Karl & Jenna Forever Love" o un similar) y las pegan a la pared ¡con chicle! Tan repugnante costumbre hizo que se me pegase un mechón de pelo a unas notas cuando me acerqué demasiado para sacar una foto. Argh y reargh. Creo que era Ramón Gómez de la Serna (el de la muñeca tamaño natural) el que decía eso de "cursi es todo sentimiento que no se comparte". Pues podría decirse que el amor es siempre cursi cuando no se comparte, y que eso de pegar notas con chicle a la pared es una guarrería súper-representativa de lo que es el amor: al que lo vive le hace mucha ilusión, el que lo ve desde fuera siente un poco de asquito. La casa de Julieta por otra parte es una muy buena metáfora de lo que es el turismo: a una casa medieval le añadieron en los cincuenta un balconcito que no tenía para llenar las expectativas de los turistas románticos. Debajo hay una estatua de Julieta a la que hay que tocarle una teta para garantizarse la suerte en el amor. Yo todo esto ya lo sabía antes de ir (claro, con lo lista que soy yo), pero estar allí con las hordas de japoneses haciendo el turista un ratito resulta una experiencia muy curiosa.
- En casa de mi anfitrión tenían el exprimidor de zumo de Philippe Stark, más conocido como "¡La guerra de los mundos!" (imprescindible la exclamación). El caso es que he estado delante de uno muchas veces pero me di cuenta de que nunca lo había utilizado para exprimir fruta (esto no quiere decir que lo haya utilizado para metérmelo por el coño ni nada parecido), y mientras comíamos unos deliciosos e-spaguetis al pesto o e-spaguetis carbonara, lo miraba de reojillo, a punto de saltar sobre él para comprobar si es práctico y limpio de verdad o si toda la pulpa de la naranja se filtra hacia el vaso. La próxima vez no falla.
- En Italia están poniendo "Un paso adelante". Me hizo mucha ilusión encontrarme con las correrías de MAM, Lola, Ingrid y Pablo Puyol en la sobremesa del viernes, y me pregunto si tendrá un éxito comparable al que decían que tenía en Francia, donde pusieron UPA poco después de su estreno aquí y decían que por eso en Francia Mónica Cruz era casi tan estrella como su hermana. El doblaje era muy gracioso y estaba mal sincronizado. El personaje de Cristóbal (interpretado por un actor gallego con el que coincidí en un avión que sería el inicio de una horrible travesía hacia Túnez) se llamaba "Cristobal", con acento en la a. En el capítulo que vimos, Lola recibía cartas de amor anónimas en medio de clase, y al final del capítulo su admirador secreto la citaba en el teatrillo que tenían allí en la escuela de Carmen Arranz. Resulta que eran unos compañeros de clase (el gitano y otro) riéndose de ella, y Lola lloraba, se desgañitaba y agitaba su tersa y kilométrica melena. Qué recuerdos de UPA. También cantaban, en un momento del capítulo, su hit "Morenita muchachita", y todo fue como volver a 2002.
Pues eso, que hay que tener amigos en todas partes para que te inviten a marroquinos (una mezcla de café, nata y chocolate que HAY que probar) y sus amigos locales te piropeen llamándote "brava ragazza" y te inviten a cervezas en jarras de cerámica que pesan medio kilo.

8 comments:

Anonymous said...

Italia es un país bastante a reivindicar, sobre todo en lo gastronómico. En la vida nocturna es como un revival constante de TODO lo que ha existido alguna vez.

El único problema es que los italianos para según que cosas se pasan de babosos.

JRB said...

Me alegro de que tuvieras un buen viaje y que compensaras con calles empedradas y bellos monumentos la visión de Beatriz Luengo.

¿Aprovechaste para pegar en Casa Julieta el famoso mensaje de amor de Paquirrín?

Anonymous said...

joooo...trento te espera...y ya veraaas! ;)

sedmikrásky said...

Mmm... ¿fue hace tanto? Solo recuerdo que de vuelta a casa estuviste avispada, que si te dejas guiar por mí acabamos en Pan Bendito.
¡Besos!

Deckard said...

El primer párrafo te ha quedado Gossip Girl total, te ha faltado decir que te dejó su avión Chuck Bass :P.

El Impenitente said...

Entre Karl Y Jenna siempre estuvo Zeiss. No sé si Verona será la ciudad de los triángulos. Y mejor con chicle que con otra cosa.

En Teruel, junto a Los Amantes hay un espacio para dejar mensajes de amor (en teoría. Si pones mensajes futboleros o la receta del bacalao al pil-pil nadie te lo impide). Aunque allí está mejor organizado pues hay unas pinzas donde puedes colgar el papel con tu mensaje.

SisterBoy said...

En Roma hay puente donde es costumbre que los enamorados pongan un candado y tiren la llave al rio. Y lo tienen echo un asquito.

http://farm1.static.flickr.com/158/429576055_fa5c13bff3.jpg

Anonymous said...

La costumbre de los candados en el puente es muy reciente, viene de un libro de Federico Moccia (creo) que es un súper best seller en Italia del que mis contactos más fiables me dicen que es mierda impresa.