Friday, May 09, 2008

En mi operación no han encontrado ni una pizca de semen

Cada día la ¡Qué me dices! me gusta más. Hablo de la revista surgida del programa de Chapis –el horrísono de turbios rumores- y Belinda Washington –que posteriormente pasó a presentar el llorado “De domingo a domingo” (De domingo a domingo pensando en ti, de domingo a domingo esperándote, y vuelaaaa la semana vuelaaaa). La sombre de la Cuore es alargada y bien es verdad que ha venido a cambiar todo el formato de las revistas del corazón con pretensiones de llegar a un público joven: desde su llegada, todas pasaron a incluir comentarios chanantes (ay, la chanantización de España, uno de los fenómenos más odiosos de los últimos años, aunque supongo que ellos estarán encantados), humor, famosos más internacionales y mucha, mucha moda. A mi me parece estupendo que todos se sumen al carro del espíritu Cuore, además ella al fin y al cabo es una copia de la Heat y de revistas británicas e inglesas del estilo. Pero a lo que iba, que la ¡Qué me dices! cada día me gusta más. Además de los artículos dedicados al corazón de rigor, con portadas dedicadas a Andrés Pajares (sin palabras, sin palabras), contiene una sección de recomendaciones cinematográficas de lo más indie, y odio esa palabra, pero es que son absolutamente indie –lo más que se puede ser en una revista del corazón-. Recomiendan películas como “The Savages” o “Antes que el diablo sepa que has muerto”. Ni una concesión a la comedia romántica o películas de las que podría hablar el Hola. Y miren las recomendaciones musicales de, por ejemplo, un número de marzo: Tachenko: “Como el huracán”, American Music Club: “The Dance” o Hidrogenesse: “Stock, Aitken, Waterman & me”. Vamos, que muy bien. Luego tiene una sección que es de moda urbana, y ahí ya flipo y reflipo del todo. Se trata de que lectores de la revista envíen una foto suya luciendo estilismo y explicando de qué marca es la ropa que llevan puesta. Uno pensaría que sólo escribirían peluqueras y adictas al Bershka, peeeero no, sorprendentemente no. Se ve que el deseo de ser fotografiado por Cool Hunter es tan profundo que para paliar esa necesidad de que el resto del mundo “admire” tu look, son muchas las modernas que escriben a la QMD. Algunas parecen estudiantes de diseño de moda o becarias del audiovisual, incluso. Y por no faltar, no falta ni una receta de cocina. Si es que lo tiene todo, la QMD.

Actualización: Acabo de ver en "Está pasando" -programa del que si tienen algo de buen gusto y un espíritu sensible deberían huir como alma que lleva el diabl- un homenaje que le tributaban a Sara Montiel en el Black and White. Ella, para mi regocijo, decía algo así como "Sí, algo me han organizado en el black and fight... " La periodista que hacía el reportaje era Paqui Peña, que a mí me cae muy bien y se la veía súperagusto, pasándoselo mejor que la propia Sara en ocasiones. Claro, todo estaba lleno de travestis de la removida y maricas de relumbrón habituales del Black and white, hasta Aviador Deluxe estaba por ahí y tal, todo muy divertido. Bueno, el caso es que supongo que, aunque el hecho de que Sara sea un mito sólo para una minoría de la población la haga más grande, más nuestra y tal, es una injusticia como la copa de un pino. A Sara tenían que estar haciéndole homenajes no en el Black and White, sino en el Teatro Real, darle la medalla de oro del trabajo, qué sé yo. Es que me da una rabia terrible que se haya convertido en una especie de esperpento para las jóvenes generaciones y gran parte de la opinión pública de este apestoso país, como si toda su vida, toda ella en general, mito viviente, no signicase nada. Se ríen de cosas como de la boda con Tony -que a mí es una cosa que me flipa y me parece maravillosa en todos los aspectos, el montaje, las fotos de la boda en sí, Tony... -, las peleas con Marujita, sus hijos Tais y Zeus (que por cierto canta muy bien, modelar no, pobre)... Los infraseres que estaban en la mesa de los mongolos que atienden por Lucía Riaño y el Tirantes (Lucía Riaño estaba corriéndose viva porque una colaboradora del programa le había hecho una entrevista a Luis Miguel, tócate las pelotas, ese hombre que destrozó los maravillosos boleros de Armando Manzanero haciendo que las estupendas versiones de Los Panchos -por ejemplo- quedasen oscurecidas ante sus perpetraciones) Los infraseres de la mesa de Está Pasando, decía, que se me va el hilo con tanta rabia, entre los que estaba Jaime Peñafiel (ese rencor hecho hombre merece una entrada para él solo) comentaban "¿y dónde está el novio" "pero si no existe..." como con pena de Sara. Sara, que es más lista, más artista y más estrella de lo que lo será cualquier medianía en su vida.


4 comments:

El Malvado Ming said...

Pues vaya, le tenía perdida la pista al QMD porque siempre me lanzo a por el InTouch como una loca (tengo comprobado que sacan muchas mas veces a Lindsay que el Cuore). Ahora que llega el veranillo la echaré algún día al capazo.

Gabbo said...

¡¡¡Bravo!!!

Anonymous said...

bueno, y eso que me dejé fuera a vincent price. esa serie redefinió camp. de hecho, antes de que saliera esa serie, no existía el camp. el camp es adam west en mallas.

JRB said...

Nunca he leído esa revista. A mí si me sacas de la Nuevo Vale me pierdo.

Tampoco sé lo que es el Black & White, pero Lucía Riaño y todos los colaboradores de Está Pasando me caen como el culo.