Monday, February 18, 2008

Amor fallero

Súper súper fin de semana largo en Valencia y Altea. Road trip en un coche de Pepe Car, porque pese a odiar a ese Javier no se qué, dueño de Pepe Car, Halcón Viajes y la horrenda y nunca suficientemente aborrecida Air Europa, son los más baratos. No hay mejor sitio para cantar a voz en grito que durante un viaje largo en coche y sin ser el que conduce. A grito pelado con Ráphael, con Miranda! y con Paul Anka mientras pasábamos por desvíos a Alcasser y Picassent. Llegada a hotel en el centro de Valencia (porque hay que tener amigos en todas partes), salida nocturna por la ciudad (yo, que soy especialista en quedarme dormida en todos los bares sin que me importe mucho estar sentada o de pie, ya he probado algunos locales valencianos en los que se sestea muy bien). Arrase con el buffet libre del desayuno y turismo por la ciudad: encuentros con Rita Barberá en las escaleras del Mercado y una llamada del Planeta de los Simios que me hace tener un orgasmo ante el palacio del Marqués de Dos Aguas. Ruta gastronómica que nos lleva a la playa de la Malvarrosa (que parecía el desierto del Kalahari) a comer una paella. Y llegada a Altea a disfrutar del agua de Valencia, del cocido gallego, de la cúpula azul, de las ensaladas con foi y… del brunch (jojo) del domingo por la mañana al que tengo que dedicarle un aparte: un local atestado de ingleses y daneses que parecían sacados de “Very Important Perros” y unos platos de desayuno… huevos fritos con bacon, zumo de naranja, café con leche tamaño bañera acompañado de un cuenquito con nata, ensalzada, piña, aguacate, mango y langostinos para poner el lazo perfecto a unas minivacaciones geniales geniales y el final cursi ideal para una entrada de delectación en los viajes improvisados, en el buen comer y en la buena vida.

3 comments:

SisterBoy said...

Los desayunos de hotel estan en mi lista de los 110 motivos para seguir vivo. Lo mejor es tenerlo todo a mano sin hacer otra cosa que comer. Yo creo que en realidad lo exiguo del desayuno español no se debe a la falta de hambre sino a evitar el puto coñazo de hacer el desayuno a las 06.15 de la mañana.

Por otro lado recuerdo que en mis tiempos estaba prohibido dormir en las discotecas, si intentabas echar una cabezada venia el gorila y te despertaba con el consabido "caballero esto no es para dormir" y yo pensando "¿y a ti que coño te importa si ya he pagado la entrada? no es mejor estar durmiendo que estar peleandose con otros borrachos o molestando a las mujeres?"

Cosmonata said...

Debería dedicarle un día una entrada a las mejores siestas nocturnas que te has pegado, porque se me ocurren unas cuantas superdivertidas...

JRB said...

Los desayunos pagados de los hoteles están pensados para que hagas de una sentada la comida de todo el día, así revientes.

Me alegra que lo hayas pasado bien por Valencia, yo iré dentro de no mucho.