Monday, February 18, 2013

Óscars 2013: La vida de Pi, cuestión de fe

Cuando vi el tráiler de La vida de Pi, hace unos meses, casi entro en coma diabético. ¿Qué eran esas imágenes sacadas de un salvapantallas de Windows 95? ¿Qué era esa música de Coldplay? ¿Cómo es posible que Ang Lee estuviese detrás de ese remedo de Más Allá de los Sueños, una de las películas con un mensaje más insultante y una estética más hortera de los 90 (que ya es decir)? Aclaro que amo a Ang Lee desde que mi tierna mente adolescente vio La tormenta de hielo y que, demonios, incluso me gustó Hulk y fui al cine a ver Cabalga con el diablo. Total, que no daba crédito, pero al final la cosa no ha sido tan terrible como amenazaba, básicamente porque no hay atisbo de Coldplay por ninguna parte (aunque el saltito de la ballena sigue ahí); pero, y he ahí lo que más me fastidia, me ha dejado bastante fría. El mensaje esotérico-religioso-espiritual ni me va ni me viene, y una muestra de mi capacidad retentiva es que cuando llevaba mitad de la película empecé a pensar "al final resultará que él está muerto y lo imagina todo un segundo antes de ahogarse", sin caer en la cuenta de que la historia la cuenta él adulto, vivito y coleando (también me he acordado un poco de la pobre hija de Lucía Etxebarría, que fue al cine con su madre a verla con el subsiguiente trauma producido). Total, que no la odio pero que una película tan intensita, trascendental, llena de símbolos y espectacular como un fondo de pantalla no me produzca nada no es bueno. Aunque me troncha un poco el posible resumen final (cuidado, ATCHUNG,  horror) de que sea una parábola sobre los peligros de tener un zoo en la que el malo es Gérard Depardieu.

2 comments:

SisterBoy said...

Pues a mí la explicación final me hizo gracia mira tú. Yo también vi "Cabalga con el diablo" en el cine ¿tan pocos fuímos?

Ra está en la aldea said...

Creo que cuatro gatos. ¿Qué habrá sido de Jewel?
A mí de la explicación final me dejó patedefuá lo de identificar a la madre con una orangutana en plena lactancia. No me disgustó, pero a esas alturas ya tenía claro que no comulgaba (perdón por el chiste) con esa película.