Saturday, September 01, 2012

Destinos de serie

Inaugurando el mes cuelgo aquí un textito que me publicaron hace poco en un sitio (más) serio; me da un poco de vergüencita por obvio y facilón pero aquí está, y ustedes son lo primero:

Algunas se ruedan en plató y otras en ciudades a mucha distancia de las que se ambientan pero estas series consiguen transmitir  eso tan intangible y difícil de definir que es la atmósfera de un lugar. De las infinitas caras de cada destino, las series sólo nos muestran una, pero el poder catódico hará que permanezca en nuestra memoria como más real que cualquiera de las otras.
Dubrovnik de Juego de tronos  ¿Por qué empeñarse en diseñar con cgi o recrear en cartón piedra algo que existe en realidad? Afortunadamente alguien se dio cuenta de que la Desembarco del Rey imaginada por R. R. Martin tenía mucho que ver con Dubrovnik. Un paseo por las murallas hará que las calles atestadas de turistas parezcan muy lejanas y los dragones, posibles.
Brooklyn de Girls Esquivar (o saludar de tú a tú) hipsters en Williamsburg es sólo una de las posibilidades de este barrio que supera a Manhattan en tamaño y –casi- en diversidad. Bien lo sabe Lena Durham: no es lo mismo ir a cenar a un restaurante del aburguesado Prospect Heights que asistir a una fiesta clandestina en un almacén abandonado de Bushwick.
Nueva Orleáns de Treme. Ciudad y serie imprescindibles para los melómanos, la música jazz –y no sólo jazz- es hilo conductor, parte de la trama y ambientación perfecta. Más allá del carnaval, del cliché y del Katrina, Treme es una radiografía precisa del espíritu de Nueva Orleáns, además de una de reflexiones más lúcidas sobre el turismo de nuestros días.
Seattle de The Killing Lo más probable es que el tiempo acompañe y no haga falta abstraerse mucho para adentrarse en la brumosa, lluviosa, esquinada y perversa atmósfera de The Killing. Pero no hay que dejarse engañar por su hipnótica escala de grises: Seattle es una ciudad culturalmente vibrante y rodeada de una naturaleza que le da sentido a la expresión “el nuevo mundo”. Sin adolescentes muertas en maleteros de coches, la mayor parte del tiempo.
Londres de Sherlock La inmersión del icónico investigador en el siglo XXI ha sido recibida con aplausos y ovación cerrada. Se mantiene su casa-museo, compartida con Watson, en el 221 B de Baker Street, pero la localización real del  portal del nuevo Sherlock está en el 187 de North Gower Street, en Camden. Se puede jugar a encontrar las diferencias entre el Holmes literario y el televisivo por toda la ciudad. Quién no juega a detectives es porque no quiere.
Los Hamptons de Revenge Las ventosas playas y lujosas mansiones de los Hamptons duplican el disfrute de este placer culpable compuesto de traiciones, mentiras y puñaladas por la espalda a la luz de la luna. Si se quiere descansar de tanta mirada pérfida, no hay problema: todos los porches dan al mar.
Washington de Homeland Desde los verdes parques a los despachos de la CIA, Homeland recrea el clima de paranoia y sospecha presente en las calles de la ciudad. Un monumento famoso está presente: la cúpula del congreso de los Estados Unidos preside los créditos de esta historia de terrorismo, corrupción política y locura.
Donwnton Abbey El escenario real de esta serie ambientada en la Inglaterra eduardiana es el Highclere Castle y ¡albricias! está disponible para celebrar bodas y fiestas, o, siendo más realistas, puede visitarse reservando la entrada. No hará falta un exceso de imaginación para trasladarse nada más poner el pie en sus magníficos jardines a la época de la familia Crawley, en la que la hora del té es una religión y hay quién no sabe qué es un fin de semana. Lovely.

6 comments:

SisterBoy said...

Aun sin esa introducción no hay que conocer mucho tu blog para saber que esto no lo habías escrito tú :)

Ra está en la aldea said...

¿No puede ser que sobre un "no" ahí arriba?

SisterBoy said...

No

Ra está en la aldea said...

Pues sí lo he escrito yo, ¿parece que no?

SisterBoy said...

No te reconozco pero quizás es que llevo demasiados años leyendote sólo en el mundo de Ra

Ra está en la aldea said...

Es que había que adaptarse a algo parecido a una "línea editorial".