Thursday, January 06, 2011

Dos problemas (acompañados de sus soluciones para no tener que molestarse en descifrarlos)

Para iniciar esto en un 2011 que en la vida en tres dimensiones no está resultando muy simpático, nada mejor que recurrir a mi adorado, idolatrado y nunca suficientemente ponderado Jardiel Poncela. Y tiro de "El libro del convaleciente" (que es un poco, exageradamente pero un poco, lo que soy yo ahora), ese prodigio de ingenio y originalidad que reúne los relatos y piezas cortas que publicó Jardiel durante los años 20 y 30 (¡ay!) en las numerosas revistas de humor que había en España (parece mentira, ¡varias revistas de humor en circulación, y de tirada nacional! Han pasado 80 años pero podríamos estar hablando de Mongolia en el siglo XI y no parecería más lejano y ajeno).
Así que hala, aquí van los dos problemas que son una pequeña chorradita que consigue que me parta, me recontraparta y siga creyendo en el talento humano:
Primer problema
Los sesenta árboles. _Un labrador tuvo el capricho de plantar en un mismo terreno y en el mayor desorden sesenta árboles frutales de tres clases muy diferentes: manzanos, perales y castaños (tipo general).
A su muerte, no teniendo hijos, dejó el campo a tres sobrinos por parte de hermana, y ahí empezaron las dificultades.
Los tres herederos querían tener el mismo número de árboles de cada clase, y cada cual pretendía aislar su parte por medio de una tapia; pero dado el desorden en que los árboles estaban plantados, la cosa no tenía nada de fácil.



El lector tiene que resolver eso.
Véase la figura primera y supongamos que los círculos blancos son castaños (lo cual, por sí solo, ya es un lío tremendo); los negros, perales, y los círculos triples, manzanos. Ahora se trata de dividir el campo en tres partes y que en cada parte haya el mismo número de círculos de cada color.
Solución. _La solución es que los herederos vendieron el campo a uno del pueblo, se repartieron los cuartos y tomaron el tren para Madrid, para evitarse una meningitis.
Segundo Problema
El paseo alrededor del lago. _La señorita y el caballero que aparecen en la figura segunda son dos cursis. Esto se ve a la primera ojeada.
Ambos han salido a dar un paseo, a caballo, por el campo, y han llegado a orillas de un lago absolutamente circular.
El caballero, a quien llamó mucho la atención esta forma del lago, tan poco frecuente, propuso a su linda compañera dar una vuelta al trote alrededor del lago, y no hay que decir que ella aprobó la idea al momento, porque era una imbécil.


El tiempo que invirtieron en este paseo no nos interesa; pero sí haremos constar, en honor a la habilidad de los caballistas, que supieron mantener sus corceles al mismo nivel durante toda la vuelta, y siempre con una separación de dos metros entre uno y otro.
Además, la amazona que iba hacia la parte del agua se conservó constantemente a cinco metros de ésta.
Cualquiera comprenderá que el caballero que trotaba por la parte de afuera, o sea el del caballero, trazaba en su marcha un círculo mayor que el que describía el corcel de la señorita y, por consiguiente, tenía que correr más que éste para no quedarse atrás.
En efecto; por cada veintitrés pasos que daba el caballo de la dama, el del caballero daba veinticuatro.
Cómo se está complicando esto, ¿eh?
Cuando dieron la vuelta completa al lado, la amazona preguntó a su acompañante si sabía:
1º ¿Qué distancia había de una a otra orilla del lago?
Y 2º ¿Cuántos metros acababa de recorrer cada uno de los caballos?
Vea el lector si él hubiera sido capaz de contestar a esas preguntas.
Solución. _La solución es que el caballero se bajó del caballo, cogió a su gentil amiga de un pie, la desmontó y, haciendo con ella un molinete en el aire, la arrojó al lago de cabeza.

2 comments:

SisterBoy said...

Pensé que la solución al primer problema había sido la habitual en España cuando se trata de herencias y lindes: la escopeta y el cuchillo jamonero.

El segundo problema me ha recordado a la primera canción que oí de LL.

http://www.youtube.com/watch?v=7jQTjlz5a_Q

Arual said...

Los problemas buenos, pero las soluciones mejores, jeje!