Thursday, December 27, 2012
Y ahora algo completamente diferente
Wednesday, December 19, 2012
¡Woody Allen! ¡pingüinos! ¡el Holocausto!
Tengo que comentar por escrito que Rapa Nui me ha impactado muchísimo sobre todo (bueno, sobre todo no, básicamente sólo me ha impactado esta parte) por la siguiente escena: Aparece a lo lejos una figura de los mitos isleños a la que en la isla de Pascua llaman "la canoa blanca", que en realidad es un iceberg. El chamán se entusiasma, porque es un signo de buena suerte y se supone que les lleva al cielo o algo así, así que se acercan en barca hasta él y el chamán con otros seguidores se suben, súpercontentos, diciendo "llevo toda la vida esperando este día" y se despiden del resto: "adióooos adiósssss" mientras se van alejando poco a poco de la isla. Me parece una escena de auténtico terror que me retrotrae a la balsa de la Medusa y a un montón de horrores similares. En la película no se les vuelve a nombrar.
Thursday, December 13, 2012
Películas, viajar y Mayo Palíndromo
Un detalle: qué malísima es "Lucía y el sexo"; no la había visto nunca y me ha deslumbrado su cretinismo y estupidez. Qué necesitados estamos realmente de un cine español que no nos avergüence si esa película fue tan -bastante- ensalzada. Comentando este tema un amigo me ha pasado este maravilloso enlace lleno de historias que desde luego yo quiero creer a pies juntillas.
Friday, November 02, 2012
Siete cosas sobre Skyfall
- Mucho ruido en torno a Naomie Harris y Berenice no sé qué, pero no se menciona que la auténtica chica Bond de la película es Judi Dench. Y menuda chica Bond, además.
- En una bonita metáfora de cómo el miedo al terrorismo internacional nos hace sentir inseguros en nuestros propios hogares, esta vez no es Bond el que va a enfrentarse al villano a destinos exóticos (bueno, un poco sí), sino que es el villano quién ataca en uno de los nuevos escenarios de la paranoia colectiva, el metro de Londres. También hay un descenso simbólico al útero materno que tiene mucho que ver precisamente con Judi Dench y con esa identidad que se va descubriendo de Bond, que me parece muy bien pero que yo personalmente no echaba de menos, no necesito datos de su pasado.
- Se habla mucho de la sombra de Bourne (Matt Damon, te adoro pero nunca te perdonaré que tu saga Bourne sea esgrimida por los subnormales para atacar a Bond), pero en esta película he visto más de Batman. Christopher Nolan podrá ser odiado, pero no hay duda de su influencia.
- El detalle de que Bond sea finalmente escocés me ha parecido un homenaje a Sean Connery muy bonito. Sean Connery, que probablemente estará ahora haciendo campaña por la independencia de Escocial, algo que el patriota Bond no aprobaría.
- Cuando se habla dentro de unos años de "este" Bond, el Bond de Daniel Craig, será definitivamente el Bond que está hecho unos zorros.
- A Bardem le está pasando lo que a Nicolas Cage, que cuanto peor es el pelo, mejor es la película.
Wednesday, September 19, 2012
Everybody summertime love
Thursday, September 13, 2012
"He crrusado oséanos de chiempo parra encontrarrte"
Monday, September 03, 2012
Un mágico mundo de ilusión y de color
Saturday, September 01, 2012
Destinos de serie
Wednesday, July 25, 2012
Inspiración Ferrero Rocher
Monday, July 09, 2012
Verano mix
- También parece que todo el mundo (femenino en este caso) ha enloquecido con el tema manicura. No sólo porque sea obligatorio dedicar parte del aseo semanal a la manipedi, sino porque el concepto guetto nailz ha pasado a ser una extravagancia de las negras a ser el epítome de lo cool. Supongo que es fácil buscar explicaciones socioeconómicas a esto, tipo el aumento de la venta de los pintalabios en los tiempos de crisis y las variaciones en el largo de las faldas, pero aún sigue sorprendiéndome lo extendido y aceptado que está el fenómeno, que relaciono directamente con aquel momento en el que las palestinas aparecieron en una pasarela y yo pensé "bah, esto no llega a la calle ni en broma" y de repente todo quisqui, de -casi- cualquier edad y condición, apareció con una palestina al cuello (quince años después de que irrumpieran con fuerza en mi adolescencia y en los ambientes borrokas; estamos hablando, que quede claro, de lo que se conoce en mi hogar como La Segunda Venida de la Palestina).
- He visto Homeland y muy bien, aunque ella siempre será Angela Chase y él siempre será el Sargento Winters. Y aunque el personaje de chiflada armonizaba a la perfección con la personalidad adolescente de Claire Danes con el pelo rojo, a veces me desconcertaba sorprendiéndome por lo mal que le había ido al honrado-todo-un-hombre-Winters tras la segunda Guerra Mundial. Al parecer han elegido al personaje de su esposa en una de esas encuestas un poco absurdas como el personaje más antipático de la televisión, y no puedo estar más en desacuerdo. ¿Qué pasa con la gente, que no tiene empatía? La cuellilarga de Morena Baccarin no termina de hacerme tilín, pero entre tanta sabandija que campa a sus anchas por la infinidad de series que hay que ver para poder tener conversación, no comprendo que la gente elija a una atribulada esposa que ya bastante tiene con lo que tiene. No sé si les enfada que se haya estando follando a otro tras dar por muerto a su marido o que esté un poco perpleja porque él viene hecho un raro tras sus años de cautiverio. A esos votantes me gustaría verlos en la situación de la Baccarin, a ver cuánto tardaban en plantar al pelirrojo y-obviamente-o-a-pesar-de-ello atractivísimo soldado.
- Los tiempos de sequía de TVE (lágrimas por sus informativos, minuto de silencio) traen chiripitifláuticas estrategias, como reponer Ana y los siete, Celia y Curro Jiménez. Durante un tiempo en 8tv, después de mi sacrosanto Arús, han estado emitiendo La Nanny, y la verdad es que tiene mérito que Ana Obregón, copiando como copiaba una serie tan sencilla y perfecta como la Nanny, fuese capaz de hacer ese engendro que ni con consumo irónico podía disfrutarse que era Ana y los siete. Y lo curioso es que tenga un 5% de share a estas alturas.
Friday, May 18, 2012
La crisis económica es el pánico nuclear de nuestra generación
Saturday, April 07, 2012
Algunas de las cosas que me han enseñado los Don Miki
Tuesday, April 03, 2012
De morros
Wednesday, March 28, 2012
Reina por un día
Saturday, March 24, 2012
Don Draper y la contracultura
Friday, March 16, 2012
Noche de estreno
Thursday, March 01, 2012
Con mis encantos me ligo a unos cuantos
Creo que todo tiene su origen en el dichoso asunto del boicot publicitario a “La Noria” (tema harto interesante porque me recuerda a esas cosas que les pasan a los guionistas americanos que tienen que tener mucho cuidado con no ofender ninguna sensibilidad o los anunciantes huirán en masa, algo que hasta este momento no ocurría aquí y abre nuevas y emocionantes posibilidades). A partir de ahí hubo un amago de limpieza de imagen en Telecinco (limpieza de imagen, ¿ante quién? ¿ante Pato WC?) en el que se deshicieron de sus programas menos rentables y alternaron el orden –pero no el producto- de las secciones de la Noria. Para mi desgracia, todo esto coincidió con el proceso de preparación del Gran Hermano de este año, y estoy convencida –aunque quién sabe, igual no es así- de que afectó al casting final, en el que metieron a una serie de individuos para conseguir que le resultado fuese “más basado en el humor y el amor”. Ya sabemos –que estamos siguiendo el recorrido de entrevistas de la señora cubana tan simpática que ha sido guionista del programa durante diez años, y hemos pedido su libro en la lista de los Reyes- que el crear un casting maravilloso y frotarte las manos pensando que se van a interrelacionar de la forma en la que tú piensas no garantiza que finalmente lo hagan dentro de la casa, pero vamos, que parece obvio que han intentado huir de posibles agrias polémicas.
Y así estamos, que este año no hay ningún tipo de interés y es todo aburrido y plano y soseras como un café sin espuma. ¿Dónde se ha visto unos concursantes de GH que en vez de pelearse a gritos, hablan en un tono normal? ¿Dónde están las alucinantes salidas de tono, los insultos y las amenazas? ¿Dónde están los polvos desaforados llenos de gemidos? Para mí, que consumo 16 horas diarias de televisión y adoro/necesito estar enganchada a algún reality, está siendo una dura decepción, porque ya el año pasado fue bastante rollo, y este año tocaba bueno. Ahora me encuentro viendo imágenes de Jhota (y de su amigo Moha, siempre en mi memoria) mientras una lágrima de nostalgia rueda por mi mejilla. Por no hablar ya del pograma de hace dos años, Gran Hermano 11, que fue instantáneamente la mejor de todas las ediciones habidas y por haber. No sólo contaba con un plantel de personajes magníficos (la efímera Lis, la maravillosa Pilarita y su hija Saray, Arturo e Indhira, el malvado y discapacitado Toscano, la maripituca Carolina, la bellísima y minúscula Tatiana, el desquiciante Gerardo Prager…) sino que estos se relacionaron de tal forma que mantuvieron el interés hasta el final (y eso que duró algo así como dos años, la edición).
La primera semana empezó alto con Lis convertida en villana por destapar la relación –que muy malamente mantenían oculta- las pareja de lesbianas; enseguida empezó el culebrón Arturo e Indhira, que galvanizó al país, nos dejó una escena –la del vaso de agua- para la historia, con sus polvos retransmitidos que sonrojaban al más pintado, con un descensos a los infiernos de la locura que todos pudimos ver y disfrutar y fue capaz de generar un verdadero debate social (recuerdo ir al súper y encontrarme a las cajeras comentando “pues yo creo que Carolina sí que es una calienta…” y tener que morderme la lengua para decir que ser una calientapollas es una virtud). Cuando parecía que la cosa no podía ir a mejor, Tatiana se salió por la tangente follándose a Arturo en una noche de fin de año –algo que le costó el puesto de ganadora, Ejpaña no perdona- y apareciendo posteriormente en el confesionario con la cara que mejor ilustra la –feísima, por cierto- expresión de “estar bien follada”: el cutis brillante, los ojos hinchados, el pelo revuelto, los labios exfoliadísimos y una sonrisa bovina que se tornó en maliciosa cuando, antes de dejar la sala, dijo picaruela: “por cierto, ¡un besito Indhira!”. Ah, cómo no amar la televisión. Por tener, aquella edición tuvo interés hasta en la recta final, cuando sólo quedan cuatro en la casa y normalmente la cosa está muertísima; ellos consiguieron, con la sospechosísima relación entre Gerardo y Saray, que las escenas de Ángel desquiciado en el confesionario mientras la familia hacía karaoke sin micrófono en el dormitorio fuesen algo apasionante de ver. Ay, qué nostalgia. Además nos dejó lo que son ya hitos de la cultura pop (al menos en mi casa): una canción para el recuerdo (“con mis encantos me ligo a unos cuantos”), y un poema que me vuelve absolutamente loca. Es que es recordarlo y llorar por el estado de sequía realitística que estamos viviendo.
En fin, menos mal que está “Quién quiere casarse con mi hijo” (ese programa en el que dos de los concursantes, los que parecen sacados de Mujeres y hombres y viceversa –otro hit absoluto en el salón de mi casa-, no tendrían reparos uno en follarse a su madre y la madre del otro en follarse a su hijo), una cosa en la que hay mucho montaje, mucho personaje de agencia y mucho guión, pero bienvenido sea porque todos sabemos que hablar de realidad en un reality es una entelequia.
Sunday, February 19, 2012
La mandíbula
Thursday, February 16, 2012
La película en la que todos querríamos vivir
Tuesday, February 07, 2012
American family y modern primetime
Me pongo a ver “America in Primetime” -esa serie de cuatro documentales en los que tratan los cambios de la sociedad americana reflejados en las series de televisión de los últimos cincuenta años- y en el segundo capítulo, dedicado a “El hombre de la casa”, me empieza a gotear el colmillo.
La cosa va así: están hablando de Modern Family y de lo presuntamente revolucionario que es que salga una pareja de gays que son padres de una niña, y se ponen a decir (lo dice el propio actor que interpreta a Cam), que podría decirse que uno es el padre porque sale a trabajar fuera y el otro es la madre porque se queda en casa cuidando de la niña. Para empezar es asqueroso que se identifique con un rol masculino el salir fuera de casa a ganarse el jornal y con un rol femenino quedarse en casa criando a los niños, o sea, asociar con lo masculino el mantener económicamente a una familia y ser duro con los hijos y asociar con lo femenino el dar cariño a los hijos y consentirlos sin ton ni son. Y el hecho es que así es como funciona realmente en la serie, pero ¿no es esto algo que debería producirnos rechazo por lo perverso y lo doblemente tramposo que es?
Mi teoría es que en realidad Modern Family es una serie muy conservadora: puede que a una familia de la Kentucky profunda encuentre muy revolucionario el que salga una pareja homosexual con una hija adoptada sin cuernos en la cabeza, pero no deja de ser casualidad que ninguna de tres mujeres de la serie (Claire, Gloria y Cam –ya que el mismo actor para mi pasmo ha definido así el papel de su personaje) trabajen fuera de casa y hayan renunciado a sus carreras profesionales para dedicarse a la crianza. No es este el momento de debatir sobre el tema de conciliar vida laboral con criar de los hijos, pero se supone que son tres ejemplos de familia y resulta que todas hacen lo mismo. Las tres. El concepto de familia que hay en Modern Family, aunque no sea el clásico (hay maricas y divorciados casados con latinas), en realidad es tan idílico y falso como el de una comedia de situación de los años 50, porque al final lo importante es lo unidos que estamos y lo felices que podemos ser todos aún dentro de esta disfuncionalidad, signifique ya lo que signifique esa palabra. Para entendernos, "Padres Forzosos" tampoco trabajaba con el concepto de familia tradicional, pero en realidad sí lo hacía. Si hasta en "Modern Family" los episodios terminan con una moraleja. Y aunque a mí la serie me guste –sin tirar cohetes- y sé que su propósito no es otro que divertir, que no pretende subvertir (qué bien traída esta rima) ninguna normal social, el hecho de que muchos críticos la hayan señalado así y el propio nombre de la serie (Modern family) tiene que hacernos pensar que en realidad hay ahí mucho conservadurismo y que Roseanne, pese a sí ser una serie con esa familia canónica de padre+madre+hijos, era mucho más crítica y tenía más enjundia.
A mí Downton Abbey me encanta aunque creo que es una serie profundamente reaccionaria: pero no reaccionaria porque así lo fuera –que lo era- el momento histórico que retrata, sino porque ratifica un sistema social injusto, defiende el equilibrio de una situación profundamente desequilibrada y castiga a aquellos que intentan rebelarse y salir de “su lugar”, como el criado Thomas cuyos intentos de medrar socialmente fracasan porque él es malísimo y comete uno de los mayores pecados posibles, que es no estar contento con su posición en el mundo; o la doncella que se acuesta con un hombre de una clase social superior sin estar casada, que recibe su castigo en forma de despido y embarazo. Sólo el personaje de la doncella pelirroja de la primera temporada logra su propósito de cambiar de situación (para convertirse en secretaria), y es gracias a la aprobación y el apoyo de una de sus señoras, la hija menor del Conde de Grantham. Y creo que no es tan distinto este caso del de "Modern Family" en cuanto a desafío de las normas sociales. "Up all night" es una comedia sobre una pareja de padres primerizos en la que es ella la que va a trabajar fuera y él el que se queda en casa cuidando de la niña. ¿Lo convierte esto en una buena serie de televisión? No, pero sí la hace más interesante desde este punto de vista. Este: .
Lo que viene a decir "America in Primetime" es que las series de televisión –los productos culturales, in yeneral- se hacen eco de la sociedad de su momento aunque no lo pretendan, aunque no tengan en mente ser reflejo de nada, ni para criticar ni para ratificar, pero de hecho, lo hacen. Y así, no debería pasársenos inadvertido que se vea como algo muy revolucionario y moderno algo que en realidad tiene una visión del mundo bastante perversa en la que una pareja gay (ay, ese debate sobre si el moviendo gay debería poner el mundo del revés o si todo consiste en conquistar el derecho a aburguesarse) asume los roles más chungos del patriarcado.
Sunday, February 05, 2012
Un animal enorme, herido e iracundo
Desde que supe de la existencia y avatares de Sergéi Diágilev (gracias a la exposición sobre ballets rusos del Caixaforum que viene directamente del-suspiro- Victoria y Alberto de Londres) no dejo de encontrar referencias a él, a su atormentada historia con Nijinsky, a la Consagración de la Primavera y a Stravinsky por todas partes. Y uno se pregunta cómo es posible compartir -ejem, ustedes comprenden aquí el significado de "compartir"- existencia con una presencia que está tan en todas partes (no al nivel del "Ai si eu te pego", pero poco menos) sin reparar jamás en su presencia, como me pasó con Nikola Tesla al que yo, confieso, desconocía complemente hasta que en un viaje a Croacia supimos de él y de su magiaciencia y desde entonces aparece con muchísima frecuencia en mi vida, asomando la cabeza ya sea encarnado en David Bowie o en un reportaje del canal 24 horas sobre Edison y sus maldades.
Además hay algo muy emocionante en encontrarte en vivo y en directo con los mismos trajes que llevaron los bailarines de La consagración de la Primavera la noche de su estreno, trajes que tú has visto ilustrados en Lost Girls, una de esas maravillas de una de la personas vivas que más admiras –Alan Moore-, en la escena final del primer tomo, en la que las protagonistas asisten alucinadas a la accidentada representación en la que el público se vuelve loco, se indigna, se monta un pifostio, el teatro de cae a cachos, ellas se ponen a follar y terminan desalojando el lugar mientras al fondo Nijinsky insulta al público gritándoles que son unos paletos. Y las protagonistas de Lost Girls sellan su amistad a la salida y es todo como un anticipo de la destrucción que se le avecina a Europa. Así que ves esos vestidos expuestos delante de tu cara que son así como de campesino ruso huyendo de la vacuna, y luego vas a comprobar los dibujos que hizo Melinda Gebbie de los mismos, que están tal cualitos plasmados, y piensas en si ella o el propio Alan Moore habrán visitado algún archivo del Museo Victoria y Alberto para documentarse, o si es posible que incluso hayan estado delante de esos mismo vestidos que tú tienes ante tus narices, y te sientes más cerca del genio y notas lo pequeñísimo que es el mundo. ¿Conclusión? Que hay que ir mucho a exposiciones, que da mucho gustirrinín.