En estos días el mundo se ha paralizado (el mundo que importa, o sea, Vulture, Hollywood reporter, Buzfeed y menudencias así) con la noticia de que van a colgar Las chicas Gilmore en Netflix. Yo me he paralizado también aunque ni me vaya ni me venga, no por tener acceso a Netflix, sino por la avalancha de artículos sobre los mejores capítulos de Gilmore Girls, encuestas sobre el mejor novio de Rory Gilmore (Jess o Logan siempre empatan, el pobre Dean queda de último), rankings con el mejor pelo de Rory, las mejores citas de Lorelai Gilmore, 88 señales de que estás obsesionada con Las chicas Gilmore... y aquí viene mi humilde granito de arena al ruido y la confusión: los motivos de por qué amo Las Chicas Gilmore y por qué es, sin duda, una de las series de mi vida.
- Porque se habla de libros. Mucho. Pero no sólo hay referencias por todas partes y fotogramas de Rory leyendo a Sylvia Plath mientras espera el autobús. Los
laaargos listados de las obras que se mencionan en la serie y el Rory Gilmore
book list challenge son sobradamente conocidos, pero también es importante ver que esas referencias son algo más que un name dropping (y claro, lo son):
- Típico de los tíos, veneran a Kerouac y a Bukowski pero se mueren si tienen que leer a Jane Austen.
- Eh, yo he leído a Jane Austen. Y creo que Bukowski le habría caído bien.
Bra-vo
- Por esos diálogos endiablados a la velocidad del rayo que recogen la herencia de la mejor screwball comedy. La seña de identidad que todo el mundo menciona al hablar de la serie es uno de sus puntos más enganchantes. La hace ágil, rápida, llena de matices y consigue que puedas ver el mismo capítulo infinitas veces sin cansarte de las escenas. Aunque yo, la verdad, soy como un niño viendo la misma película de Disney una y otra vez ante el desquiciamiento de sus torturados padres, y veo los mismos capítulos de las Gilmore una y otra vez sin notar cansancio ni aburrimiento.
- Porque presenta a una mujer gorda cuyo conflicto, drama, línea argumental, no gira en torno a estar gorda. Y tampoco se recurre a ella como una -puagh- "gordita feliz". Sookie es despistada, desquiciante en ocasiones, divertida y errática, y jamás se menciona como un problema su peso. Simplemente no se menciona, es una circunstancia más en su vida de cocinera fantástica. Además está interpretada por Melissa McCarthy antes de que se cagase encima en Bridesmaids y todo el mundo descubriese lo genial que era.
- Porque sale comida todo el rato. Sí, la forma de comer de Lorelai y Rory es irreal y roza la bulimia ladydidesca, pero jo. Es ver una escena y morirnos por La casa de las tortitas de Al, las hamburguesas, los tacos, la pizza, las palomitas multisabores, y que nos muramos hasta por estar tan obsesionados por el café como sus protagonistas.
- Porque da ganas de estudiar. De saber, de leer, de ser nerdy, chapona, de leer "Por el camino de Swann" y de ir a clases que estimulan tu intelecto y te hacen exclamar "¡Viva el fatalismo!".
- ... pero no demoniza que lo que te apetezca sea pendonear por ahí y no pasarte la vida estudiando. Lo importante es tener claro lo que quieres e ir a por ello. Tu sueño puede ser heredar la cafetería de tu padre y tener un precioso y humilde local, sin ganas de seguir creciendo ni convertirte en un Starbucks. Puedes ser feliz siendo camarero. Puedes ser feliz siendo lo que todo el mundo en Yale consideraría un loser de manual.
- Por el baile de referencias que hace que necesites google al lado para entender la mitad. No te toma por tonto y le da igual si lo entiendes o no: "Ha sido una pelea dura de verdad. No como Nick y Nora, como Sid y Nancy" (vale, esta es fácil de pillar).
- Porque habla de dinero, de ricos y pobres, de status social, y de valores no sujetos a la situación económica en una sociedad eminentemente materialista como la americana. Lorelai consigue una buena posición social, pero es gracias a su trabajo desde cero, no por herencia y contactos familiares (lo cual en realidad es una forma muy americana de ver la vida: esfuérzate, sigue y lo conseguirás), pero pese a ello hay cosas que nunca habría podido conseguir de no ser por la fortuna de sus padres. Que Rory fuese a Chilton y luego a Yale, por ejemplo. Es una visión realista de la importancia de la fortuna y en este sentido es muy reveladora la discusión entre Logan y Rory cuando él le dice a ella: "Tú eres una de nosotros".
- Porque la gran trama de Lorelai, más allá de eso tan etéreo de "encontrar el amor", es conseguir su sueño laboral: abrir su propio hotel. Igual que la de Rory no es decidir entre Dean y Jess o entre Dean y Logan o entre Logan y Jess, es conseguir ir a Harvard (aunque puede cambiarse por el camino) y convertirse en una buena periodista.
- Porque da muchas ganas de beber: se habla siempre elogiosamente del long island iced tea y los margaritas. Se habla del alcohol como fuente de alegría, que lo es.
- Porque las Gilmore hacen un muñeco de nieve que se parece a Björk.
- Porque es una serie feminista, pues claro que sí. Llena de personajes femeninos que buscan encontrar su lugar en el mundo no en base a las parejas que eligen ni a cómo les ven los demás (amigos, familia, amantes). Que (a lo adulto) saben de lo importante de la independencia económica y que (a lo adolescente) no hay que ser esa chica que se queda un viernes por la noche en casa esperando a que su novio la llame.
- Porque la heroína, role model y ejemplo a seguir de Rory Gilmore es Christiane Amanpour.
- Por capítulos (casi todos de la segunda y la tercera temporada) como el del 16 cumpleaños de Rory; "El regreso de Christopher"; en el que Emily va a Stars Hollow y Rory le enseña la cabaña del hotel en el que vivían su madre y ella cuando ella era pequeña; el del viaje a Harvard; "Like mother, like daughter" (tal vez mi favorito); "Nick y Nora/Sid y Nancy"; el de la representación de Romeo y Julieta "Escapa pequeñín", o sea, "Run away, little boy"; "There's the rub", o sea, "Ahí está el problema"; "La graduación de Lorelai" en el que Rory se encuentra con Jess en Nueva York y se toman one (perrito caliente) with all on it; el de la boda de Sookie, último de la segunda temporada; el del maratón de baile -"They shoot the Gilmores, don't they?"; en el que Paris se entera de que no va a ir a Harvard, "The Big one"; el de la graduación de Rory en Chilton, último de la tercera temporada; el de la boda de Liz y Tj por la escena del baile, "Last week fights, this week tights"; el de la pelea postreconciliación con los abuelos -"Friday night's alright for fighting"-. Y paro, que esto empieza a parecer un resumen de Friends.
- Porque te dice que no pasa nada si no eres un animal social que prefiere sentarse solo en una mesa y leer. Que no pasa nada si eres un poco solitario, un poco rarito, tímido o borde, como Luke.
- Por el momento en el que Lorelai imita a Dean.
- Por Luke, un hombre capaz de llevar una gorra para atrás de un modo elegante y un personaje que absolutamente todo el mundo adora.
- Porque en el primer beso de Lane se escucha a Nirvana, y no resulta ridículo ni forzado ni manido.
- Porque Stars Hollow y Las chicas Gilmore son un lugar feliz. Irreal, idílico, alejado de fantasmas como el paro, el racismo, la violencia, y a veces necesitamos lugares así.
- Porque tiene una de las mejores líneas argumentales amorosas Rory-Dean-llegada de Jess poniéndolo todo patas arriba, capaz de emocionarte cada vez como si tuvieses doce años.
- Por el amago de spin off de Jess Mariano en California.
- Por la evolución el propio Jess, que pasa de cazadora de cuero a americana. Nunca un paso a la madurez se mostró mejor con una prenda de ropa.
- Porque se habla de música constantemente, y suenan Pj Harvey, Ramstein, Yoko Ono, Lane se pide el "Here are the Sonics", suenan Los Ramones, el Wedding bell blues, I will always love you pero la de Dolly Parton, I can't get Started de Ella Fitzgerald y Suffragette city de David Bowie.
- Porque Lane descubre que su rollo, su cosa, su historia en este mundo es ser batería. Aunque luego le pase lo que le pasa.
- Porque Emily Gilmore se emborracha y lee "The crimson petal and the white" y se lo regala entusiasmada a Lorelai diciendo "¡Léelo, trata de una prostituta victoriana que asciende socialmente y conoce a personas muy interesantes!"
- Porque ha creado un lenguaje de referencias propio que sus fans explotan con fruición: culs de sac, Oy with the poodles already!...
- Porque Sherry, la nueva novia de Christopher, es idéntica a Letizia Ortiz. Y no sólo físicamente.
- Por las escenas previas a los créditos ambientadas en las cenas de los viernes. Una familia hablando, normalmente discutiendo, que pasan de los Kennedy a los pedos. Maravilloso. Camelot ha muerto.
- Porque se habla mucho de series femeninas (nunca curiosamente se habla de series masculinas) como si fuesen de segundo nivel, porque tienen mayoría de personajes con vagina, hablan de sentimientos o hay un mayor énfasis en la vida cotidiana. Tonterías. Hay buenas y malas series, y nunca defenderé que las Gilmore son la mejor de todas, incluso comprenderé a quién diga que no le gusta o no es para él, pero su inteligencia, sentido del humor y la fuerza de la interacción del personaje de Lorelai Gilmore con cualquier otro la ha convertido en una de las series de mi vida, más importante y más significativa para mí que otras que sé a que priori son más relevantes para la historia de la televisión o la historia de la cultura universal.
- Porque genera debates en los que te posicionas y enseñas más de ti de lo que creías en torno a si Logan es bueno para Rory y su vida o no. Guapérrimo, arrogante niño rico que arrastra a Rory lejos de lo que su vida siempre ha significado o más similar a Lorelai de lo que ella misma querría reconocer.
- Porque parece ñoña y cursi y llena de pétalos de rosa y lalalás, pero verla no solo nos enseña que no lo es, sino que no hay nada malo en esas cosas.
-Porque tiene todos esos defectos que no podemos negar, como el ser irregular, tener líneas argumentales (sobre todo las secundarias) absurdas y aburridas, algunos personajes desquiciantes, la falta de planificación que la cuaja de errores (el mismo actor interpretando a varios personajes -Kirk y un fontanero anónimo, Sherilyn Fenn haciendo de madrastras de Jess y exnovia de Luke-, bailes de datos vitales importantes, ¿cuánto dinero tienen realmente los Gilmore?, si Chilton es una escuela tan prestigiosa en la que es tan difícil entrar, ¿qué hacen allí Madeline y Louise, que además al principio superan a Rory con sus notas?), en ocasiones es mojigata del modo asquerosamente puritano (esa alegría de Lorelai cuando se entera de que Rory sigue siendo virgen), está de un modo muy yankee obsesionada con las bodas y los funerales, pero como la amo, la quiero tal y como es y hasta sus defectos me parecen encantadores.
- Porque ver de nuevo, una vez más, Las chicas Gilmore es como regresar a casa.