Sunday, June 29, 2014

Oh Picadillo

De los millones de libros de cocina que existen, aquellos pocos que se pueden leer por gusto, sin intención de cocinar, son los que siempre se recuerdan. "La cocina práctica" de Picadillo es uno de los más guays y creo que, directamente, uno de los libros de mi vida. Fue escrito por el alcalde de Coruña, gastrónomo profesional de cuando esa palabra era tan moderna y rompedora como "foodie", gordo orgulloso y bonvivant de los de puro y bigotazo, en 1905, y precisamente en su vetusticidad reside su gracia. Aunque alguna recetas e ideas son perfectamente aplicables hoy, mis favoritas son las completamente inútiles, esas que sugieren freír huevos con manteca de cerdo (Picadillo siempre usa manteca, nunca aceite, para horror de la dieta mediterránea), las que empiezan con un "Cómprese un pollo. Desplúmese" o las que tienen entre los ingredientes "Catorce yemas de huevo y dos arrobas de azúcar". Además de las recetas inútiles para nuestra concepción culinaria de hoy, si el libro es tan molón es porque puede leerse casi como una narración, no como un manual. Incluye recetas escritas en verso, recetas de merluza parodiando una esquela, poemas populares, evocaciones de restaurantes que cerraron hace setenta años y cosas tan gustosas de leer como esta, ejemplo perfecto de la cocina sin tonterías y la cocina sin hostias:

Huevos con tomate:
"Esto es lo mejor que se le ocurre a cualquiera pedir de plato de entrada cuando almuerza en un restaurant, a la carta, por supuesto. 
Se fríen los huevos y se bañan con salsa de tomate, que si es de lata sabe, generalmente, a todos los demonios, pero en cambio, si es del tiempo, forma con los huevos un conjunto delicioso". 

No comments: