Jennifer López ha sacado una nueva canción que se llama (sic) I luh ya papi. El vídeo que la acompaña es una cosa culturalmente muy relevante que todos deberían ver aquí. ¿Por qué es culturalmente relevante? Porque es la plasmación de que el discurso de género y el tema de moda actualmente en el mundo, el feminismo (quién nos lo iba a decir, qué sintomático), ha llegado al pop, y el pop lo fagocita, como siempre, de una forma reduccionista y un pelín ridícula. Pero aquí tenemos el resultado final, un vídeo en el que J-Lo tiene una ensoñación sobre un videoclip en el que los bailarines aparecen cosificados como siempre ocurre con las bailarinas y coristas en los vídeos de música -no sólo, pero principalmente- rap. ¿Por qué no podemos cosificar y objetivizar nosotras a los hombres? Se pregunta una de las jóvenes que la acompañan. Reseñable también es que al ser todo una ensoñación de Jeylou parece menos amenazante; reseñable es que luzca un remedo del que probablemente sea su look más recordado (aquel vestido con estampado verde selva súper putarro de Versace que fue una de las imágenes del año 2000); reseñable es que se sume a la tendencia de hacer publicidad "encubierta" (insértense muchas, muchas comillas) de productos tecnológicos; reseñable es el concepto de conversación sobre videoclip dentro de un videoclip -"esto es ficción"- recuerda a Torn, y sobre todo es reseñable (ya paro) que todo esto ocurre en el contexto de la carrera de J-Lo, un montón de canciones en las se obstina por afirmar que sigue siendo la que era, una chica from the block, "I'm real", y que pese a ser latina y por tanto pobre no puedes comprar su amor.
Con todo, lo más chocante del vídeo es que haya unas muchachas contratadas para fingir ser amigas de Jennifer López a las que ella les permite hablar en su presencia.
1 comment:
Un recuerdo me ha venido a la cabeza de forma instantánea
http://www.youtube.com/watch?v=i0v8vQVLzfk&feature=player_embedded
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